Un estudio realizado por Red Eléctrica de España (REE) y científicos de la Estación Biológica de Doñana en un total de 22 subestaciones eléctricas situadas en el Valle del Ebro, entre 2001 y 2004, concluye que unos 2.000 ejemplares de cernícalo primilla, una especie protegida de rapaz cuya población ha descendido drásticamente en los últimos 40 años, han establecido su hábitat en seis subestaciones eléctricas de Aragón y Navarra en los últimos cinco años.
El cernícalo era, hasta 1960, una de las rapaces más comunes en España, con unas 100.000 parejas, pero su población ha ido descendiendo hasta las 15.000 que se estima que pueblan actualmente la península durante la época estival.
Según el libro «Red eléctrica y la avifauna: 15 años de investigación aplicada», editado por REE, los cernícalos nidifican de forma estable en esos emplazamientos que albergan entre 100 y 1.000 ejemplares cada uno. Estos datos son especialmente llamativos dado el progresivo descenso de la presencia de estas aves en España debido a la pérdida de su hábitat por el mal estado de sus lugares habituales de cría, como iglesias o casas de campo.
Los cernícalos se instalan principalmente en los pórticos de las estaciones, en los que se colocan en el amanecer y el atardecer, y los dinteles, donde se cobijan por las noches. El estudio también refleja que la presencia de los cernícalos no ocasiona problemas al funcionamiento de las estaciones porque se colocan sobre estructuras firmes y no acumulan material en sus nidos al tratarse de dormideros premigratorios. Además, la vida de estas rapaces tampoco corre ningún peligro, ya que vuelan siempre guardando una distancia de seguridad con los cables de alta tensión.