El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) presentó ayer un estudio elaborado por su Instituto de Economía y Geografía que advierte del continuo aumento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en España y de la «precaria situación» del país ante el futuro mercado de emisiones, que entrará en vigor en 2008.
De seguir así, apunta el informe, España perdería sus argumentos para una potencial revisión de la cuota que le fue asignada por el sistema de reparto del Protocolo de Kioto y que ha sido considerada como insuficiente por los sectores más afectados.
Según el CSIC, España salió del «Burden Sharing Agreement», un acuerdo para la reducción de gases, con una ventaja del 15% de emisiones por encima de la media europea (de un 8%). A pesar de ello, y según los cálculos más optimistas, el coste del recorte a alcanzar (estimado en un 24% para España para el año 2010) supondrá una rebaja del Producto Interior Bruto (PIB) del 5% y una pérdida de casi un millón de puestos de trabajo.
«No obstante, atendiendo a los esfuerzos realizados desde 1990 para mitigar la emisión de gases con efecto invernadero, del que el CO2 es el principal responsable, la posición española no justifica la reclamación de un mayor margen», indicó Félix Hernández, coordinador del estudio.
Hernández recuerda que pese a haber sido de los primeros países en ratificar el Protocolo de Kioto, España ocupa «la posición más precaria, tras haber aumentado en un 35,12% sus emisiones en 2000 con respecto a 1990». Además, calcula que los datos de 2002 ofrecerán un incremento cercano al 50%.
Pérdida de la ventaja
El estudio del Consejo estima que en 2007 España ya habrá alcanzado su cuota y habrá perdido su ventaja. A partir del año 2008, en pleno funcionamiento del primer quinquenio del mercado de emisiones, tenderá a aumentar progresivamente su diferencia con la media europea.
«Esta pérdida tan rápida de la cuota inicial podría explicarse porque la asignación del 15% resultó insuficiente, idea que parece verse reforzada por la posición de otros países europeos», dijo el coordinador del estudio. «España llegará con agujetas a la etapa de entrenamiento que se abrirá en 2005, si no se adoptan las medidas necesarias», añadió.
Tras realizar este primer análisis global, el equipo de Hernández abordará el estudio del impacto del futuro mercado de emisiones en los principales sectores implicados, entre los que se encuentran la construcción, el petróleo y el papel. «Estos sectores, que están obligados a cumplir con las cuotas, no se comportan igual, siendo el del cemento el que mejor está evolucionando», avanzó el investigador.
