Conductas de riesgo al volante

El 90% de los accidentes se producen por errores humanos derivados de actitudes irresponsables o agresivas, como pisar demasiado el acelerador o distraerse por fumar o hablar
Por EROSKI Consumer 31 de octubre de 2005

Las cifras de la DGT lo muestran con claridad. Los accidentes son la primera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. En el grupo de 15 a 24 años es el causante del 40% de los fallecimientos: representan el 12% de la población española y el 11% del censo de conductores, pero representan el 20% de los fallecidos y el 26% de los heridos graves.

Los adolescentes buscan su afirmación personal ante los demás. Según las estadísticas, un 16% busca esta autoafirmación mediante conductas temerarias o irresponsables al volante, lo que unido a la falta de experiencia, el alcohol o la falta de descanso explica las elevadas cifras de accidentalidad.

Independencia

A este factor hay que añadir el del vehículo entendido como símbolo de independencia y de huida de la rutina diaria. En este sentido cabe recordar que la mayoría de los jóvenes tiene recursos limitados por lo que acceden a vehículos viejos a los que, en ocasiones, no realizan las reparaciones necesarias. Una conducta temeraria al volante y un vehículo que no está en óptimas condiciones incrementan notablemente las posibilidades de sufrir un accidente.

El tabaco es otro de los peligros al volante del que la mayoría de la gente no es consciente. El cigarrillo contiene sustancias que pueden afectar a los reflejos y a la capacidad de conducir. El acto de encenderlo o apagarlo supone una distracción y siempre existe el riesgo de que se nos caiga encima provocando una situación complicada.

Los acompañantes también pueden distraer al conductor. La dirección de Tráfico del Gobierno Vasco recomienda en su web una actitud positiva y de colaboración: hablar relajadamente con el conductor, hacerse cargo de los niños que puedan viajar en el vehículo e incluso aportar algún consejo ante alguna incidencia del tráfico.

Actitudes agresivas

Muchas personas activan sus rasgos más agresivos al sentarse ante el volante. En muchas ocasiones la animosidad o agresividad se debe interpretaciones imaginarias de la intención de los demás conductores. La sensación de impunidad y privacidad que se vive dentro del propio vehículo favorece estas conductas. La educación y la conciencia de que vivimos en una sociedad son las mejores armas para hacerle frente.

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