El tacógrafo digital

Desde el 5 de agosto de 2005 los autobuses y camiones destinados al transporte de mercancías o personas han de llevar este nuevo dispositivo
Por EROSKI Consumer 22 de agosto de 2005

La norma, vigente desde el 5 de agosto de 2005, es de aplicación para los vehículos nuevos. Los que ya dispongan de un tacógrafo analógico no tienen obligación de sustituirlo salvo en caso de avería que impida su reparación. En este caso habrá de sustituirlo por uno digital. Por tanto, durante la próxima década convivirán ambos sistemas.

Los autobuses y camiones destinados al transporte de mercancías o personas han de llevar este nuevo dispositivo. Una de sus ventajas reside en la casi total imposibilidad de manipularlo. De esta forma se mejora el control de la seguridad en la carretera, el respeto a la legislación laboral con sus tiempos de parada y descanso establecidos y se proporciona un marco seguro para la competencia entre operadores.

Mientras el analógico registra solamente la actividad del conductor, el digital registra, almacena, visualiza, imprime y transfiere las actividades del conductor o conductores de ese vehículo.

Estos datos podrán utilizarse de dos formas: por parte de las autoridades de Tráfico, para un control más efectivo de los autobuses y camiones en tránsito por nuestras carreteras; para las empresas de transportes, estos datos suponen una gran herramienta para la gestión de sus flotas y su plantilla de conductores. De hecho, los fabricantes de tacógrafos digitales están desarrollando herramientas de software específicas para este fin.

La seguridad de este sistema se establece mediante cuatro tarjetas electrónicas, todas ellas compatibles con cualquier modelo de tacógrafo del mercado, que han de insertarse en el aparato para cualquier operación:

– Tarjeta del conductor: le identifica y guarda los datos de su actividad de los últimos 28 días. Es válida para cinco años.

– Tarjeta de control: identifica al agente de tráfico o inspector de transportes que accede a la información del tacógrafo. Agiliza el trabajo del agente y evita posibles casos de exceso de celo.

– Tarjeta del centro de ensayo: se emite exclusivamente a centros técnicos autorizados y homologados. Habilita el modo de calibración del tacógrafo y memoriza todos los pasos de esta calibración. Hay que renovarla cada año.

– Tarjeta de la empresa: permite a la empresa descargar los datos del tacógrafo y memoriza estas actividades de descarga. Permite la rápida visualización, impresión y tratamiento de datos.

Así quedan identificados todos los agentes implicados en el transporte por carretera: empresas, conductores y Administración. Las tarjetas se pueden solicitar en las oficinas provinciales de Transporte dependientes de las comunidades autónomas.

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