La Policía de Torroella de Montgrí (Girona) se ha incautado de una cincuentena de «minimotos» dentro de una operación que está llevando a cabo desde hace unos meses para retirar de la vía pública este tipo de vehículos y sancionar a sus conductores. La Agencia Catalana de Consumo (ACC) se encargará ahora de tramitar los diferentes expedientes abiertos y de determinar las responsabilidades y las correspondientes sanciones a los infractores.
«Con este operativo se pretende llegar a la raíz del problema, que se encuentra no tanto en los compradores de estos ejemplares como en los establecimientos que los venden sin disponer de ningún tipo de autorización ni certificación de seguridad», señaló el jefe de la Policía local, Vicenç Montero.
Actualmente existe un vacío legal en la regulación de este tipo de vehículos, y por eso algunos establecimientos los comercializan impunemente, obviando información fundamental a los compradores. «Muchos compradores son engañados por los vendedores y por eso se llevan la ‘minimoto’, pensando que pueden hacer uso de ella sin limitaciones», apuntó Montero.
Los establecimientos en los que se han efectuado estas incautaciones cautelares estaban vendiendo las «minimotos» sin la certificación de seguridad de la directiva 89/392 CEE, y no disponían de factura de procedencia ni de ningún tipo de homologación de seguridad, según el Ayuntamiento de Torroella de Montgrí, que pretende erradicar totalmente la circulación de estos vehículos porque, en su opinión, ponen en situación de riesgo al propio conductor y al resto de usuarios de la vía pública.
