Las cadenas de producción de vehículos no son perfectas. Ocasionalmente, las marcas detectan fallos que a veces afectan a partes vitales como los frenos, la dirección o los neumáticos y que podrían causar accidentes sin no se subsanan en el menor plazo de tiempo posible.
Hasta ahora, la tarea de avisar a los compradores de estas unidades defectuosas quedaba en manos de los concesionarios. Pero si el primer propietario había vendido su vehículo no era posible localizar al actual, con el consiguiente riesgo para su seguridad y la de los demás conductores. Los cambios de titularidad sólo quedan registrados de forma oficial en los ficheros de la Dirección General de Tráfico.
Con el objetivo de poder avisar al cien por cien de los afectados en la mayor brevedad posible, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) y la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles y Camiones (ANIACAM) han firmado un convenio de colaboración con la DGT que establece un procedimiento eficaz y seguro para llevar a cabo esta tarea.
El protocolo se activa cuando alguna de las empresas asociadas a ANFAC y ANIACAM, detectan alguna anomalía en sus vehículos matriculados en España que pueda afectar a la seguridad vial. En ese momento, deberán enviar un escrito a la Dirección General de Tráfico que incluirá la descripción de la anomalía detectada, los vehículos afectados y sus posibles consecuencias. La DGT, analizada la petición y si lo considera necesario, facilitará la distribución de un comunicado personal a los titulares interesados.
Por su parte, ambas asociaciones asumen la responsabilidad de obrar de acuerdo a lo establecido en la ley de protección de datos y no utilizarlos para un fin distinto al contemplado. Una vez completado el trabajo, se devolverá a la DGT todos los datos en el mismo soporte en que fueron facilitados y se borrará cualquier copia temporal, soporte o documento en el que haya quedado alguno de los datos.
