Neumáticos inteligentes: cómo te ayudan a conducir

El neumático inteligente recoge información sobre su propio estado y el de la calzada, y las traslada al conductor
Por Blanca Álvarez Barco 6 de enero de 2020
Neumatico rueda
Imagen: MikesPhotos

La rueda es uno de los primeros inventos de la humanidad y un elemento esencial para la conducción, el único que pone al coche en contacto con la carretera. El neumático ha ido evolucionando paulatinamente para adaptarse a las necesidades de cada momento, y en muy poco tiempo dará un paso clave con los conocidos como “neumáticos inteligentes“. Como explicamos en este artículo, estas ruedas son capaces de recoger información sobre su propio estado y el de la calzada, y trasladarla al conductor para que pueda manejar el vehículo de la manera más adecuada a las condiciones que se le presenten.

¿Qué son los neumáticos inteligentes?

El neumático inteligente es una rueda capaz de obtener información acerca de su estado y sobre cómo está el pavimento para proporcionársela al conductor en tiempo real. Entre sus principales características está la de adecuar la superficie de contacto con el asfalto según las condiciones de conducción y la carga del coche. Según indica Isaac Campos, del comprador Tallerator, «los sensores del neumático podrían medir la profundidad de los surcos de la banda de rodadura y el desgaste de los mismos, y alertar al conductor de la necesidad de cambiarlos».

Es posible que empiecen a ofrecerse algunos modelos de neumático inteligente en 2020

Lo más parecido que existe hoy a un neumático inteligente —en el que trabajan las principales marcas y cuya llegada es inminente— son «las ruedas que autorregulan su presión de inflado», puntualiza Campos. Hasta ahora solo se montan en vehículos de carga o en autobuses, y siempre y cuando estén preparados para ello.

Neumáticos
Imagen: VenV

Sin embargo, la evolución del neumático es imparable. Desde 2015 el avance ha sido muy importante y «aprovechando la tecnología de info-entretenimiento de los coches actuales, es posible que empiecen a ofrecerse algunos modelos de neumático inteligente en 2020«, adelanta el especialista.

En el mercado actual hay, además, accesorios para las ruedas «que no llegan a un alto grado de inteligencia, pero que son muy parecidos», asegura Campos. Son los sensores remotos de presión de neumáticos cuyas válvulas envían la información sobre la presión de las ruedas en tiempo real, unos datos que pueden consultarse en el móvil. Además, mandan notificaciones si se producen cambios importantes (presión demasiado baja o alta, temperatura o pérdidas leves o lentas de la presión, que pueden estar provocadas por un pinchazo). Su precio ronda los 130 euros.

¿Cómo funciona una rueda inteligente?

El elemento clave que diferencia un neumático inteligente de uno normal es que el primero incorpora una serie de sensores que recaban información de las condiciones climáticas, del tráfico, del estado del firme y de cómo se encuentra la misma rueda.

Cada fabricante desarrolla sus propios sistemas, aunque casi todos disponen, como mínimo, de «una pareja de sensores que registra el paso de los polos magnéticos durante el giro del neumático: si ambos aparecen simultáneamente, significa que la rueda gira con normalidad», explica el experto.

Si alguno de los valores medidos alcanza un punto crítico, se envía una alerta por correo electrónico o SMS para que se tomen medidas

La información de los sensores pasa a una centralita y, mediante un software, se informa al conductor de los datos importantes. ¿Cómo? Los sensores envían las informaciones a una unidad receptora, que transmite los datos en tiempo real al programa de desarrollo de la marca, donde los analiza un programa de software. Si alguno de los valores que miden alcanza un punto crítico, se manda una alerta por correo electrónico o SMS al móvil para que se tomen las medidas necesarias. Otros optan por ofrecer una app para el teléfono.

Algunas marcas instalan hasta cuatro sensores en las válvulas de los neumáticos que informan de la temperatura, la presión y posibles pinchazos. Algunos llevan un acelerómetro que registra las vueltas que da la rueda, de manera que se puede calcular la distancia recorrida a lo largo de su vida, además de poder consultarse cuándo fue fabricada y montada, qué clase de uso le ha dado el conductor (ciudad, velocidades…), etc. Todo esto es posible «por aplicar los avances del big data, el Internet de las Cosas y la inteligencia artificial, además de utilizar nuevos materiales, como partículas de hierro magnetizado», aclara Isaac Campos.

Visat de un neumático de cerca
Imagen: jarmoluk

Ruedas inteligentes, una ayuda para conducir

Las ventajas de emplear neumáticos inteligentes son evidentes, ya que convirtiendo las simples gomas del coche en un elemento digitalizado «se nos proporciona información útil para que estemos tranquilos sobre el buen estado de estos elementos», apunta Isaac Campos. Esta información permite que la conducción sea mejor porque:

  • Las ruedas se van adaptando de forma inteligente y en tiempo real a las condiciones de conducción, de carretera y climáticas.
  • Ayuda a reducir el riesgo de aquaplaning cuando el firme está mojado.
  • Mejoran el sistema ABS (al funcionar conjuntamente) y ofrecen más superficie en contacto con la carretera a bajas velocidades y durante el frenado, mejorando y aumentando de esta manera el control que el conductor tiene sobre el vehículo. Esto se consigue inflando y desinflando las cámaras de aire en distintas posiciones, según cómo esté el firme.
¿Los neumáticos inteligentes contaminan?

Una de las grandes ventajas de los neumáticos inteligentes es que son respetuosos con el medio ambiente. La información que ofrecen al conductor hace que así pueda ajustar la velocidad de marcha o saber si el vehículo va demasiado cargado o si la rueda está más o menos inflada de lo necesario. La conclusión es clara para Isaac Campos, del comparador Tallerator: “Optimizarás la conducción para un mejor comportamiento, lo que se traduce en mayor rentabilidad (y rebaja) del consumo”.

Dos pilares fundamentales de estas gomas son ahorro y optimización de energía y consumo, por un lado, y disminución de contaminación acústica, por otro; todo ello gracias al control del estado de las bandas de rodadura. Esto se traduce “en una reducción considerable de la contaminación con respecto a los neumáticos tradicionales”, aclara Campos. Además, la información almacenada por estas ruedas también ayudará en el proceso de su reciclaje. Y los materiales empleados en su fabricación son y serán más reciclables.
Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube