Modelos de al menos cinco marcas de calzado han sido incluidos en la red de alerta de productos no alimentarios inseguros ante las sospechas de contaminación con dimetilfumarato, sustancia que puede causar reacciones alérgicas graves, según ha advertido la organización de consumidores FACUA.
Se trata de zapatos de niño de la marca Pasite (referencia P1030 Color Blue), diferentes modelos de zapatos y botas de la firma Amelia Zaragoza, unas botas de señora de la marca María Mare (modelo 421036), unas zapatillas de bailarina de Bimba y Lola, y un modelo de zapatos de la marca Spwsh (identificado como 3401P094).
FACUA afirma que también se han introducido en la red de alerta que coordina el Instituto Nacional del Consumo (INC) dos butacas relax comercializadas por Conforama, que paralizó la venta de esos y otros modelos contaminados con dimetilfumarato en distintos países europeos.
Denominadas Berna, una de las butacas es de piel color marrón y otra de microfibra de color negro, con las referencias 46098 y 46097. Ambos modelos llevan una etiqueta grapada al tejido, en la parte inferior, donde consta la referencia del fabricante (2329).
La pasada semana el Ministerio de Sanidad y Consumo publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una resolución que prohíbe la comercialización de calzado, sofás y cualquier otro tipo de artículo que, por su uso, vayan a estar en contacto con la piel y contengan dimetilfumarato.
15.000 zapatos retirados en Andalucía
En Andalucía, inspectores de la Consejería de Gobernación de la Junta ya han ordenado la retirada voluntaria de 14.889 unidades de zapatos y han decretado la inmovilización cautelar de otras 993 unidades ante los «indicios de la utilización de bolsas con dimetilfumarato como antifúngico», algo que prohíbe tanto la normativa comunitaria como la española.
Gobernación no ha hecho públicas las marcas de los zapatos retirados. Únicamente se ha limitado a indicar que todas han sido «fabricadas fuera de la UE».
«Bajo los indicios suficientes de riesgo para la salud se han identificado unidades de zapatos posiblemente afectadas en establecimientos de Andalucía», indica la Consejería en un comunicado, que añade que «los empresarios se han mostrado colaboradores y han accedido a retirar el calzado».
La Dirección General de Consumo puso en marcha inspecciones de manera preventiva «en todas las provincias andaluzas» el pasado 23 de diciembre tras recibirse dos denuncias en el servicio de Consumo de la Delegación del Gobierno de Sevilla. Posteriormente, se recibió una tercera denuncia en Córdoba.
«Se han localizado y retirado algunos modelos de calzado por denuncias de alergia», apunta la Consejería. Asimismo, se han realizado «tomas de muestras que se han remitido al Centro de Investigación y Control de Calidad, en Madrid, con el fin de comprobar su peligrosidad».
