Actualización en salud laboral

El 64% de las enfermedades laborales en España no se catalogan como tales, según se extrae del Informe de Salud Laboral 2006
Por Mónica G. Salomone 29 de marzo de 2007

El Informe de Salud Laboral 2006 trae una buena noticia: las muertes por accidentes de trabajo entre 1994 y 2004 han disminuido. Pero también revela sombras, como el desconocimiento acerca de las enfermedades laborales, que hace que el 64% de los casos de este tipo de dolencias no se registren como tales. También llama la atención el informe sobre la alta tasa de temporalidad en España, que no ha disminuido en los últimos años y que es importante porque el mayor número de lesiones, mortales o no, por accidentes de trabajo se producen en jóvenes, mujeres e inmigrantes que ocupan puestos calificados temporales sin preparación.

El Informe de Salud Laboral 2006 ha sido elaborado por el Observatorio de Salud Laboral, en el que colaboran la Unión de Mutuas, el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud y la Universidad Pompeu Fabra. El documento se nutre de dos trabajos previos realizados en 2001 y 2004. Los autores expresan su intención de actualizarlo periódicamente porque su valor, señalan, reside en mostrar la evolución de los datos. Éstos se han extraído de documentos oficiales como la encuesta de Eurostat Labour Force Survey Eurostat; la Encuesta de Coyuntura Laboral del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales o la Encuesta Población Activa y el Padrón Municipal, del Instituto Nacional de Estadística, entre otros.

El estudio parte de un análisis de la evolución del mercado laboral en España: la industria pierde puestos de trabajo temporales, mientras que el sector servicios crece -el que más- con trabajadores tanto indefinidos como temporales. La construcción también gana trabajadores, pero sobre todo temporales. El balance final es una tasa de temporalidad mantenida entre 1996 y 2005 de más del 32%. Este es uno de los rasgos distintivos del mercado laboral español: la tasa de temporalidad media en la Europa de los 15 ronda el 13%. En cuanto al tipo de trabajador temporal en España, es sobre todo menor de 25 años (hombre o mujer).

Temporalidad y mortalidad

La alta temporalidad es una característica relevante porque se relaciona con una mayor siniestralidad laboral. Sobre las lesiones mortales el informe señala que «continúan siendo hasta dos veces y media más elevadas entre trabajadores temporales que entre los que poseen un contrato indefinido». No obstante, hay una disminución en las incidencias de ambos grupos desde 1994 hasta 2004. Así, la tasa de lesiones mortales por 100.000 trabajadores en 1994 era de 13 entre los temporales y de 5 entre los indefinidos, mientras que en 2004 fue de 8 y 3 respectivamente.

Las lesiones mortales se producen sobre todo por accidentes mecánicos (4 por 100.000 trabajadores en 2004), aunque para los autores es «llamativo» el pequeño número (no llega al 0,1 por 100.000 trabajadores) de muertes por sobreesfuerzos. Las lesiones no mortales, en cambio, se han mantenido estables en el mismo período tanto entre los trabajadores indefinidos como entre los temporales, con un detalle positivo: las lesiones aumentaron entre los temporales hasta el año 2000, en que se invirtió la tendencia. Se trata sobre todo de lesiones mecánicas (30 por 100.000 trabajadores en 2004) y por sobreesfuerzo (20 por 100.000 trabajadores en 2004).

España encabeza la UE en lesiones laborales no mortales, dato relacionado con la alta temporalidad en el empleo

El informe estructura estos datos también por edades y distribución geográfica. Así, se observa que mientras que el grupo con más tasa de lesiones mortales es el de trabajadores mayores de 55 años, son los menores de 25 los que, con diferencia, más sufren lesiones no mortales. Por razones que el informe no aclara, aunque recomienda su investigación, las mayores incidencias de lesiones mortales se dan en el noroeste de España. En el extremo opuesto están Madrid; la región mediterránea -menos Murcia-, Baleares y Canarias.

En relación al resto de países europeos, y a pesar de la disminución de los últimos años, la tasa de accidentes laborales por 100.000 trabajadores en España seguía, en 2003, por encima de la media de la Unión Europea (UE). Si en las lesiones mortales la media europea rondó en 2003 el 3,5%, en España superó el 5%, sólo por detrás de Portugal, Austria e Italia. En cuanto a las lesiones no mortales, España está a la cabeza de la UE.

Enfermedades desconocidas

«Las enfermedades profesionales continúan siendo una realidad poco y mal conocida en España debido a las deficiencias en su detección y declaración», señalan los autores. El hecho de que estas deficiencias no sean iguales en todas las regiones podría explicar, por ejemplo, la alta incidencia en Navarra. En esta comunidad, se interpreta en el informe, simplemente se diagnostica mejor. Por eso los autores se han basado en los estudios sobre enfermedades laborales realizados en Navarra, además de en otros países del entorno (Canadá, Finlandia y Reino Unido), para estimar que la población ocupada en España en 2004 sufrió 80.000 nuevos casos de enfermedades relacionadas con el trabajo.

Fueron sobre todo enfermedades osteomusculares (28.000 casos nuevos anuales, más de un tercio de la incidencia total de enfermedades atribuibles al trabajo); enfermedades de la piel (11.000 casos, un 14% de la incidencia); y pérdidas de audición por ruido (10.000 casos con un 13%). Las enfermedades respiratorias y las alteraciones mentales aparecen también de manera destacada (más de 8.000 y cerca de 7.500 casos nuevos, respectivamente). Sin embargo, «las estadísticas oficiales de enfermedades profesionales registraron en 2004 un total de 28.728 casos nuevos diagnosticados», señala el informe.

Lo que significa que el 64% de las enfermedades de origen laboral está sin diagnosticar. Los autores han seguido la misma metodología al analizar la mortalidad atribuible al trabajo. En función de estudios realizados en otros países (Finlandia) estiman que en 2004 se habrían producido 16.000 por causa laboral. Muertes atribuibles en su mayoría al cáncer laboral (cerca de 9.500 muertes) y enfermedades cardiovasculares (3.500 muertes totales). En contraste con esta estimación, las estadísticas oficiales sólo registraron en 2004 dos muertes por enfermedades profesionales.

RECOMENDACIONES

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Entre las recomendaciones que emite el Informe de Salud Laboral 2006 está considerar una prioridad en las políticas de seguridad y salud en el trabajo a mujeres, jóvenes e inmigrantes, especialmente si ocupan puestos manuales sin calificación. La prevención de las lesiones mortales por accidentes de trabajo debe estar orientada sobre todo a trabajadores mayores de 55 años y, por sectores, la construcción y los servicios deben ser los de mayor preocupación a la hora de prevenir las lesiones no mortales que cursan con baja.

El informe reza que precisa mejora urgente la detección y notificación de las enfermedades profesionales, «como un primer paso para poder evaluar las intervenciones preventivas frente a los riesgos laborales», explica el Informe. Asimismo, añade que hay que investigar la razón de la distribución por Comunidades Autónomas de la incidencia de lesiones por accidentes de trabajo.

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