Científicos estadounidenses descifran el genoma del bacilo que causa el ántrax

Ahora se podrán diseñar vacunas y fármacos eficaces contra esta bacteria
Por EROSKI Consumer 1 de mayo de 2003

Un equipo de científicos estadounidenses del Instituto de Investigación Genómica (TIGR) ha logrado secuenciar el genoma completo de la bacteria que causa el ántrax o carbunco. El descubrimiento, que se publica hoy en la revista «Nature», abre la puerta al desarrollo de vacunas y medicamentos contra esta enfermedad que afecta sobre todo al ganado, pero que causa una media de 40 muertes humanas al año en Estados Unidos.

Claire M. Fraser, presidenta del TIGR, y sus colaboradores han secuenciado una variedad muy virulenta de «Bacillus anthracis» que fue aislada de los tejidos de una vaca tejana muerta en 1981.

Los científicos del proyecto han comparado la secuencia obtenida con la de dos «primos» menos peligrosos del generador del ántrax, el «Bacillus cereus» y el «Bacillus thuringiensis». El primero vive en los suelos de los jardines de todo el mundo y puede causar intoxicaciones alimentarias, mientras que el segundo se utiliza para controlar plagas porque ataca a los insectos. Los expertos del TIGR observaron que las diferencias genéticas entre las tres bacterias son mínimas.

Sin embargo, estas características particulares convierten al «Bacillus anthracis» en un patógeno muy potente y peligroso. Los científicos consideran que en algún momento la bacteria pasó de ser inofensiva a «adoptar una dieta más carnívora». Este cambio, que no se debió a una mutación, «refleja adaptaciones recientes» a partir de otra bacteria que debía vivir en cuerpos vivos o muertos de animales e insectos.

«Conocer la secuencia del genoma del ántrax es muy importante, tanto para las investigaciones biomédicas como para las de biodefensa», explica la doctora Fraser. «Además de facilitar el desarrollo de vacunas, servirá para elaborar nuevos métodos de detección y diagnóstico de la enfermedad».

Craig Venter, ex presidente de Celera Genomics y esposo de Claire Fraser, emprendió esta investigación en el TIGR en 1999. El proyecto adquirió un fuerte impulso tras los casos de esta enfermedad provocados por el envío de sobres que contenían esporas de la bacteria, un ataque que causó cinco muertes y diecisiete casos en Florida, Conneticut, Nueva York y Washington a finales de 2001.

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