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En la actualidad, España tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo, con una media de 83 años, y se espera que para 2050, más del 30 % de la población tenga más de 65 años. Este cambio requiere una transformación intensa y profunda en varios ámbitos sociales y sanitarios.
Para Juan Gonzalo Castilla, psicólogo general sanitario y especialista en gerontología, “las instituciones no están preparadas para este fenómeno. Se han dado pasos interesantes, como una mayor promoción del envejecimiento activo y saludable, pero aún hay áreas que necesitan mejoras”. El especialista explica las medidas que se deberían tomar para que la sociedad esté preparada ante el reto de tener a una población cada vez más longeva.
Qué pueden hacer las instituciones
👉 Adecuar el sistema sanitario
Existe un gran déficit de geriatras en comparación con otras especialidades médicas, lo que dificulta la atención integral de las personas mayores. La coordinación entre los diferentes servicios sanitarios y sociales sigue siendo un desafío.
👉 Mejorar el servicio de ayuda a domicilio (SAD)
La mayoría de las personas mayores quieren vivir hasta su muerte en su casa y el servicio de ayuda a domicilio debería ser uno de los recursos asistenciales más amplios y con más recursos.
👉 Reducir la brecha digital
Muchas personas mayores se enfrentan a las dificultades para adaptarse a las tecnologías, lo que limita su acceso a servicios esenciales. Desde la pandemia, muchas de las gestiones administrativas son virtuales y a muchos de nuestros mayores les resulta complicado el entorno digital. Habría que facilitar y simplificar esas gestiones.
👉 Fomentar el envejecimiento activo
Promover muchos más programas que incluyan actividad física, socialización y prevención de enfermedades crónicas y/o degenerativas.

👉 Adaptar los entornos a una población mayor
Crear unos entornos más accesibles y seguros para las personas mayores, tanto en viviendas como en espacios públicos.
Qué puede hacer la sociedad
✔️ Cambiar la narrativa sobre la vejez
Dejar atrás los estereotipos negativos. Muchas veces asociamos la vejez con decadencia o inutilidad, pero puede ser una etapa de reinvención, aprendizaje y contribución. Hay que ver la vejez como un periodo lleno de potencial y aplicar esa visión desde las escuelas. Para ello, los programas intergeneracionales son muy útiles.
✔️ Celebrar el envejecimiento
En lugar de temer envejecer, podemos verlo como un privilegio que no todos tienen. Cada año vivido es una suma de experiencias, aprendizajes y momentos únicos.
✔️ Adoptar una mentalidad de aprendizaje continuo
Nunca es tarde para aprender algo nuevo, desde estudiar hasta tocar un instrumento, viajar, escribir o aprender un idioma. Cada desafío mental refuerza nuestra autoconfianza y mantiene nuestro cerebro activo.
✔️ Aceptar el cambio
Envejecer implica adaptarse a cambios físicos y emocionales que ocurren desde que nacemos, pero el envejecimiento se ve como decadencia y no es así. Entender que estos cambios son parte natural de la vida ayuda para mantener una actitud positiva.
✔️ Cultivar hábitos saludables
Cuerpo activo y mente activa, y para ellos hay que incorporar actividades físicas regulares y adaptadas a la edad, como caminar, yoga, taichi, relajación o natación… Estas actividades no solo mejoran la salud física, sino también la psicológica.
✔️ Mantener relaciones significativas
Somos seres sociales y nos necesitamos los unos a los otros, y las interacciones sociales reales o en el entorno digital son vitales para nuestro bienestar emocional. Unirse a clubes, grupos o actividades comunitarias nos da un sentido de pertenencia.