Dentífricos bajo sospecha

La detección de pasta de dientes falsa y con posibles restos de una sustancia tóxica ha puesto en entredicho los sistemas de control de productos procedentes de países terceros
Por Constan Doval 11 de julio de 2007

Las falsificaciones de productos cosméticos o para la higiene personal pueden representar un riesgo serio para la salud. El último caso detectado en España, y que ha vuelto a poner en duda los sistemas de control en las aduanas, es el de una pasta de dientes que se comercializaba de forma fraudulenta bajo la marca Colgate. Lo mismo sucedió en julio, momento en el que se incautaron en varias comunidades autónomas más de 150.000 tubos de este dentífrico, que además podría estar contaminado con una sustancia tóxica llamada dietilenglicol. El suceso puso en alerta al resto de países comunitarios donde también se detectaron partidas ilegales.

La alarma la dio en julio la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tras recibir varios informes de EEUU sobre pastas dentífricas falsificadas procedentes de China que contenían dietilenglicol, una sustancia no apta para consumo humano que puede resultar tóxica e, incluso, mortal en dosis elevadas. Poco después, la Policía incautaba los primeros lotes en tiendas multiprecio regentadas por ciudadanos de origen chino. En el etiquetado de esta falsa crema Colgate ponía Made in South Africa, según informó la AEMPS. No obstante, otras fuentes señalaron que se habían detectado lotes en los que figuraba como lugar de procedencia Egipto, Brasil, Turquía, Camerún, Rusia, Tailandia o incluso Uzbekistán.

Problema de todos

Entonces se decomisaron más de 150.000 tubos en 11 comunidades entre las que destacan, por el tamaño de las partidas incautadas, Canarias, Madrid, Galicia, Murcia y Andalucía y en la ciudad de Ceuta. Sin embargo, la mayor decomisión fue la realizada en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) con 60.000 tubos. Los primeros análisis efectuados por el Ministerio de Sanidad y Consumo dieron negativo para dietilenglicol. En caso de que finalmente no se registrara ninguna sustancia tóxica, sería, exclusivamente, un delito contra la propiedad industrial.

No obstante, sí se detectó dietilenglicol en tubos de dentífrico de la marca Spearmint incluidos en neceseres que entregan de regalo en hospitales, aerolíneas y establecimientos hoteleros. Canadá alertó además de la presencia de la bacteria intestinal Escherichia coli, especialmente peligrosa en niños y personas con el sistema inmunológico debilitado, pero en nuestro país no se ha confirmado este extremo.

Sin peligro

El Ministerio de Sanidad y Consumo aconseja adquirir los productos en establecimientos que ofrezcan las máximas garantías sanitarias

El riesgo para el organismo del dietilenglicol es mínimo y sólo resulta peligroso si se ingiere, según el Ministerio de Sanidad. El departamento, que dirige ahora el científico Bernat Soria, advierte únicamente del peligro que podría suponer la ingestión accidental por niños de corta edad de esta pasta dentífrica en cantidades elevadas. Se calcula que un niño que pese 12 kilos debería ingerir un tubo de tamaño grande para presentar efectos tóxicos.

De todos modos, para evitar riesgos el Ministerio recomienda asegurarse de que los dentífricos se encuentran etiquetados en español, con todos los datos de su fabricante o responsable en la UE. En el caso de productos fabricados fuera de la UE, el etiquetado debe indicar, también, el país de origen. El Ministerio aconseja además adquirir los productos en establecimientos que ofrezcan las máximas garantías sanitarias.

Regulación

Los dentífricos están sometidos a una regulación sanitaria en la que se establece como requisito primordial la seguridad de los productos en condiciones normales o previsibles de uso, y siguen unos procedimientos de registro ante la AEMPS antes de su comercialización. Los fabricantes e importadores deben poseer una autorización de actividades otorgada por la Agencia, tras la inspección sanitaria de sus instalaciones. Las importaciones de estos productos se encuentran, asimismo, sometidas a control en las aduanas.

Cualquier previsión puede resultar inútil si entra en el mercado un producto que se salta la legislación o que es falso y que encima puede resultar peligroso. De ahí que se insista en la necesidad de que el Ministerio de Sanidad o cualquier organismo competente determine cómo se llevan a cabo los protocolos de control sobre la entrada de productos de fuera de la UE y se subsanen las deficiencias derivadas de la venta ilegal.

Por lo que ha trascendido hasta el momento, Colgate no es la única marca afectada por las importaciones ilegales de pasta de dientes. Tubos de Signal y Close Up, de la compañía angloholandesa Unilever, y Crest, de la Procter & Gamble estadounidense, también han entrado en el país de forma irregular. Las unidades de Close Up proceden de Indonesia y Filipinas y las de Crest de China, mientras que las de Signal no indican país de origen.

COLGATE SE DEFIENDE

ImgImagen: Wikipedia

La posible existencia de un mercado paralelo de productos de Colgate-Palmolive ha puesto en el punto de mira a la multinacional norteamericana, que ha asegurado por activa y por pasiva que «es absolutamente ajena» a esta práctica ilegal. Insiste en que la verdadera pasta de dientes Colgate, producida para el mercado español, es «absolutamente segura» para la salud.

La firma, que dice estar colaborando estrechamente con las autoridades sanitarias y con la Policía, subraya que no importa a España ni a ningún otro país de la Unión Europea crema dental fabricada en Sudáfrica, aunque no aclara si sí lo hace de otros países. Para evitar dudas, recomienda cerciorarse de que el texto de los envases esté en castellano y que figure, también, la dirección de la empresa en Madrid (COLGATE PALMOLIVE, General Aranaz 88).

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