Los riesgos de comprar férulas y otros productos dentales por Internet

El uso de alineadores o blanqueamientos sin la necesaria supervisión de un odontólogo u ortodoncista puede poner en riesgo la salud de la boca y de todo el organismo
Por EROSKI Consumer 2 de marzo de 2021
ferula alineador dientes
Imagen: Diana Polekhina

Para evitar los efectos de apretar los dientes, blanquearlos, corregir su maloclusión, impedir que se muevan tras terminar el tratamiento de ortodoncia… Las férulas son cada vez más usadas en odontología, pero también muy demandadas en Internet y diversas plataformas, una práctica nada recomendable y que los expertos advierten de peligrosa para salud. Abordamos los riesgos de adquirir en estos canales férulas de descarga y alineadores transparentes, además de otros productos dentales, como kits de blanqueamiento y aparatos de ultrasonidos para realizar limpiezas.

Riesgos del uso de ortodoncia invisible sin supervisión

Por sus ventajas a nivel estético, sobre todo, y de comodidad, los alineadores transparentes están entre los sistemas de ortodoncia más demandados por los adultos en los últimos tiempos. Estas férulas extraíbles de plástico transparente se fabrican a medida de cada paciente en función de un diagnóstico preciso de la maloclusión y de la planificación del tratamiento adecuado para su corrección. Para ello, esta técnica, controlada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), tiene que estar indicada y supervisada siempre por un profesional.

“La ortodoncia no puede tomarse como una moda, es una disciplina sanitaria que debe diagnosticarla, planificarla y supervisarla un profesional cualificado”, comentan desde la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO). Pero la planificación del tratamiento y la elección del aparato más adecuado es un proceso complicado en el que hay que valorar numerosos factores, y el seguimiento de su utilización y resultados es fundamental. De ahí que la SEDO haya establecido un protocolo de actuación para el uso de los alineadores transparentes.

Y es que hoy en día resulta muy fácil adquirir a través de Internet alineadores transparentes para que el paciente se haga el tratamiento desde su propio domicilio, sin la debida supervisión de un ortodoncista. Y esta práctica no está exenta de riesgos:

  • Un tratamiento de ortodoncia influye en la estética y oclusión dental, pero también puede hacerlo en la misma cara del paciente y en funciones como la masticación, el habla, la respiración o la deglución.
  • Un tratamiento inadecuado puede provocar problemas en la apertura y cierre de la mandíbula, alterar la ATM (articulación temporomandibular), así como dolor, lesiones dentarias, de los tejidos de sostén del diente, del ligamento periodontal, del hueso y encías, movilidad dentaria, reabsorción de la raíz del diente e, incluso, pérdidas de piezas.
  • La terapia con alineadores transparentes puede presentar ciertas complicaciones y riesgos: irritaciones de los tejidos blandos (mejillas, lengua y labios), sensibilidad, llagas, molestias puntuales en algún diente, etc. El roce continuado de la aparatología puede tener consecuencias sobre mucosas y tejidos blandos.

Peligros de las férulas de descarga de Internet y farmacias

Ni las que venden en las farmacias ni las que se comercializan en Internet. Los ortodoncistas ya dieron la voz de alarma en 2018 de los peligros de usar las férulas de descarga que se encuentran en estos canales para el tratamiento del bruxismo y para el alivio de los síntomas de algunos problemas de la articulación temporomandibular (la articulación que une la mandíbula con el resto del cráneo):

  • Los materiales blandos, como las resinas blandas de bajo coste con las que se fabrican, favorecen el apretamiento dental, incitando a morderlas.
  • Férulas inadecuadas podrían empeorar el problema, causando una sobrecarga en la articulación temporomandibular que puede ocasionar dolor de cabeza, oído, cuello, aparición de ruidos y chasquidos, limitación de la apertura e, incluso, artrosis.

odontologo dientesImagen: Andrea Piacquadio

Tampoco pueden usarse como férulas de descarga las termoplásticas de los blanqueamientos, ni los protectores bucales que se usan en ciertos deportes, ni los alineadores invisibles ya citados.

Como recuerdan desde la SEDO, una férula de descarga siempre ha de estar recomendada, diseñada siguiendo las indicaciones de un ortodoncista u odontólogo, ajustada después del diseño y, posteriormente, revisada por este mismo profesional, que irá haciendo ajustes para que este producto siga realizando su función de modo correcto. Porque si no hay un control posterior, pueden producirse:

  • erosiones, ulceraciones sobre encía y mucosa, o daños por presión sobre las piezas dentales que requieran una endodoncia.
  • extrusión de las piezas no cubiertas, provocando la aparición de contactos prematuros y cambios oclusales a veces irreversibles.

¿Cómo debe ser una buena férula de descarga? Tiene que estar confeccionada de forma personalizada (no caben estándares) y con un material acrílico auto o termopolimerizable duro. Cubre todas las piezas de la arcada sobre la que se colocará. No debe presionar ni los dientes ni los tejidos blandos de la boca. Pulida y plana, no tiene las huellas de las piezas dentales que chocan contra ella.

Riesgos del blanqueamiento dental con carbón activado

Desde el Consejo General de Dentistas también han alertado en numerosas ocasiones sobre los peligros que conlleva adquirir en la Red determinados artículos con fines sanitarios. “Estamos asistiendo, cada vez más, a la publicidad de productos sanitarios dentales que podríamos denominar de “autoconsumo”. Parece evidente que las alteraciones en la oclusión, por ejemplo, requieren de un adecuado diagnóstico, el establecimiento de un plan de tratamiento individualizado y de una monitorización constante y periódica de la evolución de ese tratamiento. Todos estos pasos no pueden de ninguna manera ser sustituidos por un tratamiento a distancia, sin supervisión directa de un profesional cualificado. La banalización a la que se está llegando con este tipo de supuestas alternativas puede poner en riesgo la salud del paciente”, comenta el doctor Óscar Castro, presidente de esta entidad.

La última advertencia llega con los blanqueamientos dentales con carbón activado o productos blanqueadores que promocionan en sus redes sociales muchos influencers, induciendo a su consumo sin ningún tipo de control ni de conocimiento sanitario. ¿Cuáles son sus riesgos?

El carbón activado no blanquea los dientes ni elimina las manchas. “Su capacidad abrasiva es su principal característica. Es como pasar una lija por los dientes. Desgasta el esmalte y, como consecuencia, queda a la vista la dentina (más amarilla que el propio esmalte), aumenta la sensibilidad dental y puede dañar las encías”, apunta el doctor Castro.

El blanqueamiento dental debe ser realizado por un dentista o bajo su supervisión, puesto que antes hay que descartar cualquier patología bucodental, como caries o problemas en las encías. Pero, también porque se utilizan agentes blanqueadores (peróxido de hidrógeno y peróxido de carbamida) siguiendo un protocolo de diagnóstico, planificación del procedimiento y mantenimiento de los resultados para que el blanqueamiento sea seguro. Se da la circunstancia que el bajo porcentaje de sustancia blanqueante de los supuestos blanqueadores dentales produce unos efectos mínimos, en ocasiones, ni siquiera apreciables. Otros peligros son quemaduras en las encías o la retirada tan solo de pequeñas manchas.

Peligros de usar en casa aparatos para limpiezas dentales

Otro producto de moda en comercios online y en el que el Consejo de Dentistas ha puesto el foco últimamente son los aparatos de ultrasonidos, un equipo electromédico-mecánico que se usa para hacer tartrectomías, es decir, limpiezas dentales. Este tratamiento clínico consiste en la eliminación del sarro y solo pueden realizarlo los dentistas y los higienistas dentales bajo la supervisión de los dentistas, según la ley.

Pero, además, este tipo de tratamiento no está indicado para todos los pacientes. “Existen situaciones que la contraindican, como puede ser el caso de personas portadoras de determinados marcapasos cardiacos, inmunodeprimidas, con diabetes no controlada, etc. Y en otros casos, hay que realizar algún tratamiento previo con antibióticos”, detalla Castro. Del mismo modo, insiste en que realizarse este tratamiento en el propio domicilio sin tener los conocimientos adecuados puede conllevar riesgos para la salud bucodental, como daños en dientes y encías.

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