Diversos estudios señalan que trabajar de noche es perjudicial para la salud

Las posibilidades de padecer trastornos neuropsicológicos, digestivos y cardiovasculares aumentan un 40% en estas personas
Por EROSKI Consumer 2 de octubre de 2006

Las conclusiones de diversos estudios señalan que los trabajadores de turnos de noche pierden cinco años de vida por cada quince de jornada laboral, se divorcian tres veces más que el resto de sus compañeros y tienen un 40% más de posibilidades de padecer trastornos neuropsicológicos, digestivos y cardiovasculares. Estos datos fueron dados a conocer por los doctores Eduard Estivill, jefe de la Unidad del Sueño del Instituto Dexeus de Barcelona, y Apolinar Rodríguez, responsable del Servicio de Neurofisiología del Hospital de la Paz de Madrid.

Unos dos millones de españoles tienen horarios nocturnos o rotatorios, según aseguró el doctor Estivill, que añadió que este tipo de jornadas laborales están prohibidas en los países nórdicos. Los accidentes laborales con mayores consecuencias «suelen ocurrir de noche», agregó. Así, las estadísticas apuntan que un 90% de los siniestros más graves se han registrado en ese turno.

Los especialistas enumeraron que algunas de las consecuencias de este horario de trabajo son insomnio, irritabilidad, angustia, depresión, trastornos digestivos, ataques de pánico, enfermedades cardiovasculares por un estrés crónico, unido a adicciones a tranquilizantes, excitantes o alcohol y tabaco. La causa principal de los trastornos es que el descanso diurno es «poco reparador», ya que durante el día los parámetros biológicos tienen unas constantes naturales diferentes a las de la noche, en que el organismo se prepara para descansar. Los ritmos biológicos naturales y saludables coinciden con el día y la noche, señaló.

Estos trastornos implican la astenia física y psíquica, indicó por su parte el doctor Apolinar Rodríguez, jefe del Servicio de Neurofisiología de la Paz. Ello conlleva «dificultad para hacer esfuerzos y sensación de cabeza vacía», así como «irritabilidad, intolerancia a las pequeñas agresiones del medio y alteración de las relaciones entre los compañeros de trabajo y la familia», destacó.

«Los trabajadores de edades más avanzadas que el resto son más vulnerables a los trastornos y tienen más riesgo de envejecimiento prematuro y aumento de la morbilidad», indicó Rodríguez, quien aclaró que cada ser humano tiene una mayor o menor adaptación a estos horarios, por lo que no pueden establecerse promedios exactos. Ambos expertos coincidieron en la necesidad de la siesta para los trabajadores de turno de noche, al menos media hora, mientras que para el resto de personas debe limitarse a unos veinte minutos.

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