El 5% de los españoles que requieren una transfusión de sangre se niega a recibirla por miedo a contraer enfermedades, entre otros motivos

La Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación asegura que la sangre que se administra en los hospitales españoles es muy segura
Por EROSKI Consumer 8 de junio de 2010

Entre los pacientes españoles que requieren una transfusión de sangre, alrededor del 5% se niega a recibirla por miedo a que la sangre esté «contaminada» con anticuerpos del sida o con el virus de la hepatitis, o bien por motivos religiosos -en su mayoría testigos de Jehová-. Así lo ha constatado el vicepresidente de la Sección de Hemostasia y Medicina Transfusional de la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR), el doctor Juan Vicente Llau.

Estos «miedos» están infundados, ya que «la sangre que se administra hoy día en los hospitales españoles es enormemente segura», afirmó el doctor. Es cierto que «no se ha alcanzado el riesgo cero», una meta «utópica», pero gracias a los «exhaustivos» controles que se realizan, tanto a la sangre como al donante, «se puede decir que es la más segura que ha habido nunca», aseguró. «Además, en los últimos años se ha añadido a estos controles el método de la desleucocitación, que disminuye el efecto secundario de la fiebre, reduce la alteración del sistema inmune y evita el riesgo de transmisión de nuevas enfermedades como la de Creutzfeldt-Jakob», también conocida como el mal de las «vacas locas», añadió.

Para más seguridad, las donaciones procedentes de Reino Unido -país donde se detectó el primer caso de «vacas locas»- están restringidas en España, explicó el doctor. En cualquier caso, «España casi se autoabastece de donaciones. Puede ser que circunstancialmente la sangre se traiga de otros sitios como Francia, que cumple con todos los requisitos de seguridad de la Unión Europea», señaló.

El doctor Llau destacó durante su intervención en la III Reunión de la Sección de Hemostasia, Medicina Transfusional y Fluidoterapia Perioperatoria de la SEDAR la importancia de «preparar bien al paciente antes de las cirugías», para «asegurar en la medida de lo posible la eficiencia de las transfusiones de sangre en el perioperatorio (antes, durante y después de la intervención)». «Se podría evitar la administración de hasta un 30% de las unidades de sangre que se emplean habitualmente en el perioperatorio», indicó. La utilización de nuevos marcadores como la saturación venosa mixta y el lactato, en combinación con los medidores de hemoglobina «ayudarían al anestesista a encontrar el momento óptimo para realizar la transfusión», apuntó.

El representante de la SEDAR recordó también que es importante que el paciente no sufra anemia, como ocurre en casi el 20% de los pacientes antes de la operación, ya que entonces «habrá que transfundir antes al paciente, una vez empiece a perder sangre».

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