¿El barrio donde vives aumenta el riesgo de desarrollar diabetes?

El urbanismo incide en la salud: cada vez más expertos señalan la importancia de cuidar el entorno para mejorar los hábitos de vida de los vecinos y reducir el riesgo de patologías crónicas como la diabetes tipo 2
Por Celia Márquez Coello, Federación Española de Diabetes (FEDE) 20 de marzo de 2024
ciudades saludables
Imagen: Kerkez / iStock
Se calcula que, en la actualidad, uno de cada diez adultos en todo el mundo vive con diabetes. Esta patología crónica, caracterizada por la síntesis defectuosa de la glucosa, ha aumentado a lo largo de la última década. Y todo indica que lo seguirá haciendo: según las previsiones de la Federación Internacional de Diabetes, los casos se habrán incrementado un 45,8 % para 2045. De ellos, la gran mayoría se refiere a pacientes con diabetes tipo 2, variante vinculada con el sedentarismo, la mala alimentación y el estilo de vida acelerado de las grandes ciudades.

El entorno condiciona la salud

Los expertos consideran que el entorno urbano es un importante determinante social de la salud de las personas. Ciertos barrios, por ejemplo, resultan poco adecuados para el ejercicio físico o el ocio saludable, disponen de escasa oferta de productos alimentarios o dificultan el acceso a servicios médicos de calidad, lo que aumenta las posibilidades de desarrollar patologías cardiometabólicas como la diabetes tipo 2. Suelen ser áreas que, en el contexto de la globalización, crecieron rápidamente y sin una planificación urbana adecuada

Esta situación ocurre a la inversa en las zonas que sí disponen de dichas facilidades. “Los barrios con más zonas verdes, mayor número de gimnasios, mayores superficies o establecimientos de alimentación hacen que las personas tengan un mejor acceso a esos buenos hábitos”, resume la doctora Flora López Simarro, médica de familia y miembro del Grupo de Trabajo de Diabetes, Endocrinología y Metabolismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). 

Ideas para diseñar ciudades saludables

En la actualidad, más del 55 % de la población mundial vive en entornos urbanos, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que este porcentaje aumente hasta un 68 % para 2050. Esta situación invita a hacernos la siguiente pregunta: ¿cómo diseñar ciudades que fomenten un estilo de vida saludable? A continuación, repasamos cuatro ideas para ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 2 a través del urbanismo.

🏊 Actividad física, al alcance de la mano

La práctica habitual de deporte moderado es una de las principales recomendaciones médicas para controlar la diabetes tipo 2, reducir la obesidad o minimizar el riesgo cardiovascular. Pero ¿qué sería necesario, aparte de fuerza de voluntad, para mantener esta rutina? 

  • En primer lugar, tener acceso a instalaciones deportivas cercanas y asequibles, como polideportivos municipales o gimnasios.
  • Además, y dado que las actividades que más se prescriben son el running y las caminatas, será un gran aliciente contar con aceras anchas y transitables, parques y zonas verdes amplias y seguras.
  • Finalmente, tener la posibilidad de desplazarse en bicicleta en carriles separados que protejan al ciclista contribuye también a la reducción del sedentarismo. 
ciudades que mejoran la salud
Imagen: Silviu on the street

🍏 Alimentación sana accesible y barata

Diferentes ámbitos de la vida cotidiana en la ciudad, no solo relacionadas con el deporte, influyen en la capacidad de los vecinos para acceder a unos buenos hábitos de vida. Otro de estos aspectos es la forma de alimentarnos y las opciones disponibles para ello. En este sentido, el acceso a alimentos sanos estará condicionado por el ecosistema de establecimientos, supermercados, restaurantes y tiendas de ultramarinos de nuestro barrio. 

Además de su disponibilidad, el hecho de adquirir los alimentos recomendados dependerá también de su coste económico. No es ninguna sorpresa que, muchas veces, los productos más saludables pueden llegar a tener unos precios muy altos, haciendo que los descartemos al llenar la cesta de la compra. Por eso, lograr que la alimentación sana sea asequible es clave para mejorar la salud poblacional.

🫂 Favorecer el acompañamiento de las personas

Según el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada, un 13,4 % de los españoles sufre este problema. Diferentes estudios han demostrado que estas situaciones de aislamiento terminan repercutiendo negativamente en la salud de las personas. En el caso de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, lo hacen dificultando la adherencia a su tratamiento y la constancia en la adopción de hábitos saludables. 

El diseño urbano puede atender a esta necesidad de encuentro y acompañamiento mediante la creación de espacios destinados a la interacción social entre vecinos, como plazas y zonas peatonales. Además, es importante tener en cuenta a las personas mayores, colectivo especialmente vulnerable ante la soledad, a través de entornos comprometidos con el envejecimiento activo de la población. 

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Imagen: Pixabay

🩺 Acceso a una atención médica de calidad

Finalmente, y como requisito indispensable para mantener una adecuada prevención y control de la salud metabólica, es necesario que las personas puedan acceder, de forma periódica y sin trabas, a servicios sanitarios de calidad. Esto no implica solo la existencia material de centros de salud públicos, sino que hace falta dotar a estos centros de los recursos suficientes como para garantizar una atención médica personalizada y de calidad. 

La desigualdad en el acceso a servicios médicos es, en muchos casos, un gran determinante de la salud de los pacientes. Tiene que ver con otros aspectos como el contexto político de un país o la alfabetización digital de la ciudadanía, por ejemplo en el uso de herramientas de cita online. 

Los determinantes sociales de la salud, clave para abordar la diabetes tipo 2

El contexto urbano supone un buen ejemplo de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como Determinantes Sociales de la Salud (DSS), es decir, «las circunstancias en que las personas nacen crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana». El vecindario, además, aglutina dentro de sí otros determinantes, como el acceso a sistemas de salud o, de forma más indirecta, el nivel de renta o la clase social. 

Con el objetivo de seguir visibilizando estos condicionantes sociales y su importancia a la hora de determinar el riesgo y la evolución de la diabetes tipo 2, la Federación Española de Diabetes (FEDE) pone en marcha, un año más, la campaña ‘Más Que Diabetes’.

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