El CSIC profundiza en el conocimiento de la onda cerebral que causa la migraña

Se abre una vía para diseñar nuevas estrategias contra esta enfermedad
Por EROSKI Consumer 21 de febrero de 2008

Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha conseguido desentrañar los mecanismos celulares que subyacen a la «Depresión de Leão», la mayor señal eléctrica del cerebro y causa de la migraña. La investigación, que publica la revista «European Journal of Neuroscience», podría cambiar la visión tradicional sobre esta onda cerebral, también responsable de la muerte neuronal que ocurre tras los ictus, y abrir una nueva vía para el desarrollo de terapias, afirma el CSIC en una nota.

Hasta ahora, las investigaciones para detener el avance de la «Depresión de Leão» han resultado infructuosas. «Su imponente naturaleza macroscópica, que puede ser incluso apreciada a simple vista en preparaciones experimentales adecuadas, había dirigido las pesquisas de los científicos hacia los cambios en grandes variables del tejido nervioso, no a sus posibles bases celulares», explica Óscar Herreras, uno de los responsables de la investigación.

El trabajo de Herreras, del Instituto Cajal del CSIC, y de las investigadoras Marta Gómez-Galán y Julia Makarova concluye que las neuronas «no son sufridoras pasivas de la ‘Depresión de Leão’, como hasta ahora se pensaba. Son protagonistas necesarias», afirma el especialista.

Según estos expertos, un canal de las membranas neuronales media en el proceso de inactivación que caracteriza a esa onda. Por ahora desconocen cuál es este canal, pero sus observaciones revelan que existe y que no es ninguno de los que la comunidad científica ha identificado hasta el momento.

Herreras añade que uno de los cambios más conocidos de la «Depresión de Leão», el aumento de la resistencia eléctrica del tejido cerebral a su paso, ha sido enormemente subestimado. «Hemos observado -comenta- que la resistencia eléctrica es mucho mayor de lo que se pensaba, ya que aumenta hasta seis veces los niveles normales. Este dato destierra la idea de que se requería una corriente eléctrica enorme para generar la ‘Depresión de Leão’. En realidad, la electricidad necesaria es bastante pequeña».

Nuevas estrategias terapéuticas

El estudio abre una nueva forma de interpretar los orígenes celulares de la onda cerebral en cuestión. En este sentido, Herreras vaticina que «la búsqueda de la identidad del canal neuronal que media en la aparición de la onda será la principal vía de investigación». De esta manera, cree que se podría abrir paso a nuevas estrategias terapéuticas y al diseño de sencillos experimentos «con aplicación clínica en terapias del ictus isquémico y prevención de migraña».

La «Depresión de Leão», descubierta en 1944, se propaga por el cerebro a unos cientos de micras por segundo y genera, a su paso, un apagón momentáneo en el tejido nervioso al que afecta. Este paulatino avance coincide con la fase de aura de la migraña, aquellos síntomas (temblores, mareos o incluso sensación de hambre) que preceden al dolor de cabeza intenso que caracteriza a esta enfermedad neurológica. El ictus isquémico y otros accidentes cerebrovasculares aparecen posteriormente.

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