«El virus del herpes-zóster es el mismo de la varicela, con la diferencia de que ataca a los adultos y no afecta a todo el cuerpo; se centra en una zona y, además, puede llegar a causar dolores muy intensos». Así lo explicó ayer el doctor José Luis Díaz, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital vizcaíno de Cruces, en la presentación del «Libro Blanco sobre el Herpes», elaborado por el Gabinete de Estudios Sociológicos Bernard Krief con la colaboración de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que preside el propio Díaz.
El brote se desencadena por la reactivación del virus, que sobrevive enquistado en algún ganglio desde que se supera la varicela en la infancia. Se manifiesta con erupciones en la piel -vesículas con un poco de agua y a veces sangre-, por regla general en el tórax y, en menor medida, en el cuello o en la cara. Su forma es inconfundible: «Adopta la figura de una culebrilla que sigue la trayectoria del nervio, provocando dolor allí por donde pasa», señaló Díaz.
Todavía se ignoran las razones exactas de esta recaída, pero la teoría más extendida sostiene que el microorganismo vuelve a entrar en acción cuando el sistema inmunológico baja la guardia. «De ahí que el envejecimiento, el cáncer o la convalecencia tras un trasplante sean elementos de riesgo; a corto plazo, precisamente estos tres factores contribuirán a incrementar los casos», apuntó el dermatólogo.
Tratamiento inmediato
El diagnóstico precoz es la única forma de evitar que las molestias se prolonguen una vez que las lesiones cutáneas ya han desaparecido. El tratamiento inmediato -antivirales en las primeras 72 horas tras la aparición de las erupciones- previene ese padecimiento, que puede durar años y recibe el nombre de neuralgia post-herpética.
Salvo supuestos de pacientes con las defensas mermadas, «en menos de tres semanas, todo el mundo se cura». No es contagioso como la varicela, sólo se transmite a través de las secreciones. «Por eso, si un niño entra en contacto directo con las vesículas infectadas podría desarrollar una varicela». De momento, el remedio se limita a fármacos y analgésicos. «La generalización de la vacuna contra la varicela -restringida en España al ámbito hospitalario- podría ser contraproducente para algunos», advirtió el doctor Díaz.
Un estudio reciente realizado en Gran Bretaña reveló que la práctica erradicación de la varicela entre la población infantil perjudica a los adultos no inmunizados, porque a ellos el roce con niños afectados les sirve de protección contra el herpes-zóster.
