El Instituto Nacional de Consumo gestionó 314 alertas de productos no alimenticios peligrosos en 2002

La mayoría de los artículos implicados en las notificaciones iban destinados a niños
Por EROSKI Consumer 30 de enero de 2003

El Instituto Nacional de Consumo (INC) gestionó el año pasado un total de 314 alertas sobre productos no alimenticios con riesgo para la salud y seguridad de los consumidores, que fueron retirados del mercado, según los datos ofrecidos ayer por la directora general de Consumo y Atención al Ciudadano, Dolores Flores.

Tras la inauguración de las Jornadas Internacionales sobre Seguridad de los Consumidores, que se celebran en Cádiz hasta mañana, Flores resaltó que la mayoría de los productos implicados en las notificaciones iban destinados a niños (49,68%), de los que el 35,99% fueron juguetes (patinetes, artículos hinchables, puzzles, sonajeros y disfraces) y el 13,69% restante otros artículos de uso infantil (chupetes, cunas y material escolar).

En cuanto a los posibles riesgos descritos en estos productos, Flores destacó la posibilidad de asfixia, desprendimiento de partes pequeñas y atrapamiento, cortes, quemaduras o intoxicaciones por elementos químicos.

El segundo lugar en cuanto a número de notificaciones lo ocupan los productos eléctricos (28,03%), entre los que se incluyen luminarias, bases de toma de corriente, adaptadores y prolongadores, que podrían presentar peligro potencial de choque eléctrico o incendio.

En lo que se refiere a la procedencia de los artículos, la directora del Instituto Nacional de Consumo subrayó que el 38,54% tenían su origen en países asiáticos, mientras que el 34,71% eran de origen desconocido, un 26,11% procedía de países comunitarios y el 0,64% restante de otros países.

Flores explicó que las notificaciones se realizan a través de la Red de Alerta, «que se activa cuando una autoridad competente adopta medidas que impiden la comercialización de un producto debido al riesgo que presenta, un hecho que es comunicado de inmediato a todos los países miembros de la Unión Europea».

Por otro lado, la directora general de Consumo destacó el incremento registrado en el número de alertas notificadas en los últimos diez años. No obstante, transmitió un mensaje de tranquilidad a la población, «puesto que estos datos ponen de relieve la mayor vigilancia existente sobre los productos y el hecho de que vivimos en una sociedad cada vez más segura».

Finalmente, Flores aconsejó a los ciudadanos que miren el etiquetado para determinar el origen del producto, sigan las instrucciones de uso indicadas y en el momento en el que detecten alguna irregularidad lo comuniquen a las administraciones de consumo local y autonómica.

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