El País Vasco dispondrá en los próximos meses de una red de bancos de ADN distribuidos en las tres comunidades, adscritos a los hospitales públicos y que contribuirán a la investigación de enfermedades como Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, diabetes y obesidad, entre otras. El hospital de Basurto contará con uno de estos bancos, según anunció Alfredo Antigüedad, jefe del servicio de Neurología del centro bilbaíno.
Estas instalaciones se nutren de muestras de ADN obtenidas de pacientes anónimos, altruistas y voluntarios a los que se extrae una pequeña cantidad de sangre. En el caso de enfermedades neurodegenerativas en las que el propio paciente, por su deterioro, no puede autorizar la donación, el papel de las familias a su cuidado es fundamental. En la mayoría de los casos, la colaboración de los familiares está siendo total. Saben que su apoyo puede ser clave en el desarrollo de terapias que ayuden a la curación de estas patologías.
Inmortalizar las células
De la muestra recogida se obtiene el ADN, la información genética que conforma la naturaleza humana. El proceso se completa con la creación de réplicas, líneas celulares en cultivo que persiguen «inmortalizar las células». Los cultivos son tratados en laboratorios de acceso restringido y sometidos a control de protección de datos. Cada muestra dispone de un código de barras (bidimensional) que permite conocer sus características.
Cada banco se nutrirá de unas 500 muestras locales por dolencia. Interesa que se incorporen pacientes autóctonos para que los investigadores puedan rastrear variaciones locales provocadas por la dieta, la raza…
Todas estas piezas de material genético se pondrán a disposición de los investigadores. En cada caso, un comité de expertos nacionales e internacionales deberá autorizar la cesión de cada una tras estudiar y evaluar el uso investigador que se hará de ella.