El sida comenzó a propagarse entre humanos a finales del siglo XIX

La extensión de la enfermedad coincidió con el desarrollo de los centros urbanos en África
Por EROSKI Consumer 2 de octubre de 2008

Un estudio publicado en la revista «Nature» afirma que la pandemia de sida comenzó alrededor de 1900, unas décadas antes de lo que hasta ahora se estimaba. La extensión de la enfermedad coincidió con el desarrollo de los centros urbanos en África, según la investigación, dirigida por el doctor Michael Worobey, de la Universidad de Arizona (Estados Unidos).

Así, la cepa del VIH (el virus de la inmunodeficiencia humana, causante del sida) más extendida en el mundo empezó a propagarse entre los humanos entre 1884 y 1924, momento en el que África empezaba a urbanizarse. Ello contrasta con estimaciones anteriores que situaban los inicios de la pandemia en la década de 1930. El equipo de Worobey ha conseguido ajustar la fecha gracias a la comparación de las secuencias genéticas de dos nuevas muestras del virus que datan de 1959 y 1960, las más antiguas encontradas hasta el momento. Estas muestras proceden de dos personas infectadas de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. Con años de experiencia en el estudio del VIH, Worobey ha tenido que desarrollar nuevas técnicas para recuperar el material genético del virus a partir de esas muestras antiguas.

Si bien ya ha quedado demostrado que el virus del VIH pasó del chimpancé a los humanos en el sudeste de Camerún, seguían sin aclararse los factores que permitieron su propagación con tanta facilidad. La nueva datación del equipo de Worobey coincide con una época de cambios en la historia de la región donde nació el VIH. A principios del siglo XX, en los territorios que hoy ocupan la República Democrática del Congo y los países limítrofes, las colonias europeas empezaban asentarse. El crecimiento de los nuevos centros urbanos y las conductas de alto riesgo asociadas a estos fueron quizá las causas de que el virus se expandiera tan rápidamente, según los investigadores. Décadas más tarde, a partir 1960, la cantidad de gente infectada con el VIH en esa región había crecido de forma notable.

El director de la investigación se mostró optimista respecto al futuro de la pandemia y aseguró que está en nuestras manos revertir la situación. «Si el VIH tiene un punto débil, es que se transmite relativamente mal. Existen varias maneras de reducir la transmisión y forzar al virus para que se extinga, y que van desde mejorar la detección y la prevención hasta usar de un modo más amplio las terapias con antirretrovirales», señaló Worobey.

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