El tratamiento inmunosupresor tras un trasplante favorece el desarrollo de diabetes mellitus, según un estudio

Un 17,4% de los pacientes no sufría diabetes antes del trasplante, la desarrollaron con posterioridad
Por EROSKI Consumer 6 de noviembre de 2005

El tratamiento con fármacos inmunosupresores que reciben los pacientes tras el trasplante de un órgano es uno de los factores que determinan el desarrollo de la diabetes mellitus, según un estudio realizado por la compañía Novartis. Los resultados ponen de manifiesto que el 17,4% de los pacientes que no presentaban diagnóstico de diabetes antes de someterse al trasplante, lo desarrollaron con posterioridad.El estudio realizado durante una semana en distintos hospitales españoles ha permitido evaluar la detección y manejo de la hiperglucemia postrasplante en pacientes que acuden a las consultas externas en las unidades de trasplante de España. Los más afectados son los trasplantados de hígado, el 28,9%, seguidos de los de corazón, 20,5%, y pulmón, 20,6%.Según Novartis, el estudio ha demostrado que la aparición de la diabetes postrasplante depende de la inmunosupresión actual recibida por los pacientes. De este modo, los pacientes tratados con el fármaco Tacrolimus son proclives en un 20,1% a ser diagnosticados con esta enfermedad, frente al 14,5% que reciben Ciclosporina.Este es uno de los factores pero no el único que prevalece en la aparición de la diabetes tras un trasplante. Los pacientes con hepatitis y con antecedentes familiares de diabetes presentan una menor resistencia a contraer la enfermedad.Por ello, uno de los coordinadores del estudio, Alberto Martínez Castelao afirma que realizar un diagnóstico precoz y ajustar el tratamiento inmunosupresor es fundamental para proteger a los pacientes trasplantados.

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