El virus del SRAS procede de la estratosfera, según astrobiólogos británicos

Afirman que cada día se depositan sobre la Tierra 20.000 bacterias de esta zona de la atmósfera
Por EROSKI Consumer 23 de mayo de 2003

Un grupo británico de astrobiólogos -especialistas en la vida extraterrestre- asegura en una carta enviada a la prestigiosa revista médica «The Lancet», que el virus causante del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) procede de la estratosfera.

Chandra Wickramasinghe, de la Universidad de Cardiff, y sus colegas han demostrado hace poco tiempo que, si se toman muestras de aire estratosférico a una altura de 41 kilómetros de la superficie de la Tierra, se obtienen grandes cantidades de microorganismos: bacterias y, presumiblemente, virus. Sus estudios determinan, además, que sólo unos pocos de estos microorganismos pueden vivir en las condiciones de los laboratorios de microbiología. Es decir, sólo algunos de los microbios de la estratosfera se parecen lo suficiente a los terrestres como para poder usar los ecosistemas de nuestro planeta. Para los biólogos esto tiene un significado importante: han evolucionado en algún lugar parecido a la Tierra.

Pero aparte del interés teórico y biológico del hallazgo, hay otras consideraciones importantes. Los cálculos de Wickramasinghe y sus colaboradores establecen que alrededor de una tonelada diaria de bacterias estratosféricas caen al suelo. Esto se traduce en que sobre cada metro cuadrado de la superficie terrestre se depositan unas 20.000 bacterias y virus cada día, entre los que podría estar el causante de la neumonía atípica.

El desconocido coronavirus responsable del SRAS apareció, sin aviso, en China. Su distribución inicial es compatible con una caída desde la estratosfera hacia la zona Este de la inmensa cadena montañosa del Himalaya: se produjeron depósitos esporádicos en varias regiones chinas.

Además, parece que el virus es relativamente poco infeccioso -no se parece en nada al muy contagioso virus de la gripe, por ejemplo-, lo que ocurriría si tiene un origen extraterrestre. Los astrobiólogos razonan que todos los intentos para contener la expansión de la enfermedad deben continuar, pero que no debería sorprender la aparición de nuevos focos de neumonía en otros lugares de la Tierra, sin demostración de contagio previo y sin conexión con China. Esto dependerá del transporte del virus en la estratosfera y de la mezcla de este aire con las capas inferiores de la atmósfera en ciertas zonas, desde donde caería hasta la superficie. Si la hipótesis es cierta, los casos de neumonía china aparecerán en cualquier lugar hasta que el agente causante desaparezca de la atmósfera superior.

«Gripe española»

En apoyo de su idea, Chandra Wickramasinghe y sus colegas recuerdan la epidemia que asoló al mundo entre 1917 y 1919, llamada la «gripe española». La forma en la que apareció y se distribuyó esta enfermedad en todo el mundo no se justifica con ningún modelo epidemiológico convencional.

Por ejemplo, surgió simultáneamente durante el invierno de 1918 en distintos pueblos de Alaska que llevaban meses aislados por el hielo. Con la hipótesis de que este virus era también extraterrestre -era poco contagioso persona a persona- y, por lo tanto, sembrado por el viento desde la estratosfera, se entiende mejor el desarrollo de la epidemia mundial de «gripe española», que, por fortuna, desapareció sin haber vuelto nunca.

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