En torno al 70% de los hombres menores de 28 años que recurren a la reproducción asistida presenta «mala calidad» del semen, según los expertos

Señalan que el problema suele ser de la mujer cuando se trata de parejas mayores con problemas para tener hijos
Por EROSKI Consumer 11 de septiembre de 2007

La «mala calidad» del semen es la causa por la que alrededor del 70% de los hombres menores de 28 años que recurren a la reproducción asistida no puede tener hijos de forma natural, según explicó la doctora Marisa López-Teijón, experta en reproducción asistida y asesora del Centro de Medicina Embrionaria de Madrid. La situación es diferente en parejas mayores con problemas para tener hijos, ya que en estos casos «el problema suele ser femenino», añadió.

Los espermatozoides tienen la misma actividad «durante toda la vida», por lo que los hombres fértiles siguen siéndolo aunque pasen los años. El problema radica en que cada vez son más los varones que nacen con semen de «mala calidad» que en su edad adulta dificultará la posibilidad de engendrar hijos, detalló la experta. «Si una pareja no consigue tener hijos con 28 años de edad o menos, lo más probable es que la causa sea masculina», apuntó López-Teijón.

Por el contrario, cuando se trata de parejas mayores de 40 años, las causas más probables de la infertilidad apuntan a la mujer, cuyos ovarios sí pierden calidad con el paso del tiempo y, por consiguiente, su eficacia a la hora de lograr un embarazo, destacó la doctora. «La mayoría de los embriones presentan anomalías en los cromosomas, algo que ya ocurre en parejas jóvenes sin problemas de fertilidad pero que aparece con mayor frecuencia entre las estériles y con la edad de la mujer. A los 35 años, el 40% de los embriones ya son defectuosos, a los 38 años un 65% y a los 41 el 80%», explicó.

Al igual que sucede en otros países europeos, nos enfrentamos con «un grave problema de envejecimiento ovárico» por ser los 31 años la edad media en la que la española decide tener hijos, señaló. «Si a los 31 años, muchas mujeres no consiguen tener un hijo y necesitan tratamientos, aún más difícil es si nos vamos a los 35 años para tener el primero», agregó la especialista.

Por todo ello, López-Teijón abogó por analizar los embriones mediante diagnóstico genético preimplantacional, una técnica que permite detectar anomalías y mejorar las opciones de embarazo, ya que la mujer sólo recibe los embriones sanos. La doctora explicó que esta prueba genética permite saber si un niño nacerá sano incluso antes de que su madre sepa que está embarazada.

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