España se sitúa a la cabeza de Europa en donación y fecundación con óvulos de donante

En 2003 se realizaron 3.398 donaciones que acabaron en 2.711 tratamientos
Por EROSKI Consumer 30 de abril de 2007

España encabeza el ranking europeo en cuanto a donación y fecundación con óvulos de donante. Sólo en 2003 -últimos datos de la Sociedad Europea de Reproducción Humana (ESHRE, sus siglas en inglés)- hubo 3.398 donaciones de óvulos. Tras España se sitúan el Reino Unido, Bélgica y Finlandia.

Las 3.398 donaciones acabaron en 2.711 tratamientos de fertilidad de los que se beneficiaron parejas españolas y también italianas, francesas, suizas o alemanas, países donde la donación de óvulos no se permite o está muy restringida.

La ley no limita el número de donaciones de óvulos sino el de hijos nacidos a partir de una donante

La donación de óvulos en España ya ha provocado una interpelación en el Parlamento Europeo.

La legislación española es más flexible y por ello atrae a parejas con problemas de fertilidad de toda Europa y también a donantes con dificultades económicas. Ello ha provocado el resquemor de la Sociedad Europea de Reproducción Humana, que ha pedido explicaciones sobre la forma en que se capta y paga a las donantes.

Sin registro nacional

España carece de un registro nacional en el que se anote cada una de las donaciones realizadas. Los expertos afirman que este registro daría transparencia al proceso porque se sabría quién dona y cuántas veces lo hace.

La ley actual no limita el número de donaciones de óvulos sino el de hijos nacidos a partir de una donante para evitar problemas de consanguinidad.

Para acelerar la puesta en marcha de dicho registro, la Sociedad Española de Fertilidad ha enviado una carta a la ministra de Sanidad, Elena Salgado. En ella se pide la creación del mismo y un organismo que vigile el cumplimiento de la legislación.

Más transparencia

Los datos del registro europeo son voluntarios y en el caso de nuestro país sólo recoge la actividad de 44 de las 187 clínicas que desempeñan su actividad.

Pero «no hay nada que ocultar. No existe un comercio de óvulos y así se lo hicimos saber a la delegación europea», asegura Alfonso de la Fuente, coordinador del grupo de buenas prácticas de la Sociedad Española de Fertilidad. No obstante, de la Fuente entiende las dudas de sus colegas europeos ante la falta de un registro nacional que anote cada una de las donaciones realizadas. «Este registro daría transparencia al proceso. Sabríamos quién dona y cuántas veces lo hace una mujer y evitaríamos donantes profesionales en busca de dinero», asevera.

La ley que regula la reproducción asistida, aprobada hace un año, prevé la creación de este registro junto a otros dos más para controlar la donación de esperma y las tasas de resultados de las clínicas. Ninguno de ellos está en funcionamiento.

Con la ley en la mano, no podría haber más de seis hijos por donante. La exigencia es difícil de cumplir porque a las clínicas sólo les queda confiar en sus donantes y asumir que no han donado en otros centros.

La legislación española avala la cesión de óvulos con fines reproductivos, pero también para uso científico. Lo que no explica es cómo se debe controlar ese tipo de donaciones para evitar una comercialización del material biológico. Si, en teoría, una mujer no puede donar más óvulos si ya han nacido seis hijos con su material biológico, nada se dice de los óvulos que se destinan a la investigación.

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