Científicos del Instituto Médico Howard Hughes de Estados Unidos han identificado una proteína, secretada y fabricada por el propio organismo, capaz de detener el crecimiento del melanoma, el cáncer de piel más peligroso. Este hallazgo podría servir para desarrollar una nueva quimioterapia que permita atacar el melanoma avanzado. Esta patología sólo es curable si el tumor se extirpa a tiempo.
Según publica la revista «Cell», el tratamiento sería útil en el melanoma con metástasis y en otros tumores con mutaciones en un oncogén llamado BRAF. Esas alteraciones genéticas están presentes en el 82% de los lunares benignos o nevus, en melanomas y en tumores de colon, ovario y pulmón.
La proteína en cuestión, identificada por los investigadores norteamericanos cuando trataban de establecer la diferencia entre melanomas y lunares, se denomina IGFBP7. Su misión en el organismo es prevenir el cáncer.
Durante su investigación, los científicos aplicaron ese agente anticáncer natural a un cultivo de células humanas de melanoma. Observaron entonces que las células tratadas se autoeliminaron. Después, inyectaron la proteína en la circulación sanguínea de ratones con melanoma. IGFBP7 entró en las células y detuvo su crecimiento. Eso sí, sólo los tumores con formas anormales del oncogén BRAF.
Los investigadores descubrieron además que los melanocitos benignos expresan niveles bajos de la proteína. Sin embargo, los lunares con la mutación en BRAF con riesgo cancerígeno sí poseen niveles altos.