Implantes cocleares

Un dispositivo que permite recuperar gran parte de la audición a los sordos
Por Miren Rodríguez 15 de febrero de 2005

Más de 80.000 afectados por sordera severa en el mundo pueden oír gracias a los implantes cocleares. Sólo en España el número de implantados supera los 3.500, hay 34 centros de la sanidad pública y 4 privados que efectúan esta operación, repartidos en todas las comunidades autónomas, salvo Cantabria, La Rioja, Ceuta y Melilla. El número de operaciones de implante coclear es de 500 anuales, y las listas de espera en muchos centros son interminables. A través de una sencilla intervención quirúrgica que dura menos de tres horas, muchos sordos de nacimiento o que hayan perdido la audición después, pueden llegar a recuperar gran parte de su capacidad auditiva con estos dispositivos. Sin embargo, la Sociedad Española de Otorrinolaringología denuncia la baja tasa de implantación en nuestro país, en torno al 70%.

Un dispositivo diferente al audífono

¿Qué es? El implante coclear es un dispositivo electrónico de alta tecnología diseñado para ayudar a recuperar la capacidad auditiva de las personas sordas de nacimiento o que han perdido totalmente la audición posteriormente, es decir, para casos de sordera profunda bilateral. Se implanta quirúrgicamente en la parte auditiva de la cóclea, el oído interno, y es activado por otro dispositivo que se usa fuera del oído mediante un procesador y una bovina transmisora. Es una operación sencilla: se ingresa en el hospital la noche anterior y se realiza mediante anestesia general con una duración de entre dos y tres horas. La cicatriz de la herida quirúrgica desaparece en un mes. A diferencia del audífono, no modifica el sonido para hacerlo más claro y fuerte. Su función es sortear las partes dañadas del sistema auditivo y estimular directamente el nervio auditivo, permitiendo a las personas sordas recibir el sonido.

¿Quiénes pueden beneficiarse de un implante coclear? Desde la Asociación de Implantados Cocleares de España, AICE, explican que en principio los implantes cocleares están dispuestos para ser utilizados por las personas que padecen una sordera profunda neurosensorial bilateral y en algunos casos también severa, es decir, cuando se dañan o no funcionan las células sensoriales y cuando no se obtienen beneficios auditivos con audífonos convencionales. Hay otros tipos de sordera que se pueden corregir con tratamiento médico o quirúrgico, sin necesidad de utilizar un implante coclear, como las enfermedades que aparecen en el oído externo o el medio. Será el equipo médico de un centro implantador formado por un otorrinolaringólogo y un especialista en deficiencias auditivas, entre otros, el que tras evaluar los resultados de las pruebas otológicas, audiológicas, radiográficas, psicológicas y físicas, aconseje al paciente la opción de un implante coclear.

¿Cómo funciona? Manuel Manrique, especialista del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universitaria de Navarra, explica cómo funcionan estos dispositivos. “El implante coclear transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo. Después, este pequeño dispositivo transmite esas señales al cerebro a través de las fibras nerviosas auditivas. Una vez realizado el implante y transcurrido el periodo de cicatrización, un especialista, normalmente el audiometrista programador, se encarga de adaptar las partes externas del implante y mediante un ordenador activa cada uno de los electrodos a niveles óptimos de audición. Ya activados, se crea en el procesador de palabra un programa específico adaptado al campo auditivo de cada persona. Es una intervención de gran utilidad en algunos tipos de sordera, concretamente en los que hay lesión de estructuras encargadas de generar de forma natural ese estímulo”, aclara. El dispositivo dura toda la vida y está diseñado con materiales biocompatibles que reducen cualquier posibilidad de toxicidad.

Rehabilitación. Una vez que se haya realizado la programación del implante, aproximadamente un mes después de la cirugía, se fija el momento para comenzar la rehabilitación auditiva. Los programas rehabilitadores son diferentes según la edad, el momento de aparición de la sordera y el centro hospitalario. El equipo médico de la Clínica Universitaria de Navarra, especializado en implantes cocleares, explica que esta rehabilitación debe perseguir superar una serie de etapas:

  1. Detección. Basado en ejercicios para detectar la presencia o ausencia del sonido.
  2. Discriminación. Se trata de reconocer si dos sonidos o dos palabras son iguales o diferentes.
  3. Identificación. Práctica para reconocer palabras y frases sin ninguna ayuda.
  4. Comprensión verbal. Se centra en capacitar al usuario para la comprensión de un diálogo.

Precio. Aproximadamente 24.000 euros en clínicas privadas. En las públicas la intervención y la rehabilitación están subvencionadas. Una vez que al paciente le realicen una serie de pruebas y lo cataloguen como apto, se procederá a la realización del implante.

Programa CUN: para bebés y niños

Entre cuatro y cinco niños de cada 1.000 sufren algún tipo de pérdida de audición y uno de cada 1.000 padece pérdida severa o profunda, de manera que los audífonos no les sirven. Tanto los otorrinolaringólogos como los audiometristas, cuya labor se centra en realizar diversas pruebas de audición que permite a los pacientes escuchar con y sin audífono, subrayan el éxito de los implantes cocleares en los más pequeños. En este sentido, el programa desarrollado por la Clínica Universitaria de Navarra (CUN), en el que han participado médicos de las redes sanitarias pública y privada de Navarra, es pionero en España. Desde que se pusiera en marcha en 1999, ha permitido la colocación de implantes cocleares a más de 300 niños para corregir su tasa de hipoacusia o disminución del nivel de audición de una persona. El Gobierno navarro ha sufragado totalmente el coste del implante colocado a los niños.

Ignacio Arruti, coordinador de los equipos del Servicio Navarro de Salud, y Manuel Manrique, responsable de este programa en la CUM, explican que la experiencia se basa en el estudio de la detección precoz de la sordera neonatal. Forman parte de este estudio especialistas en diversas áreas (logopedas, pediatras y técnicos audiometristas) que coordinan su trabajo en una novedosa experiencia sanitaria que se inicia con análisis efectuados a bebés antes de los 3 meses de vida, a través de una criba de todos los recién nacidos mediante pruebas como las otoemisiones acústicas. Así, un total de 300 niños incapaces de oír sonidos inferiores a 90 decibelios recibieron en los últimos años implantes cocleares que sustituyen el oído por un sistema de simulación eléctrica del nervio auditivo y de ellos, un total de 30 tenían menos de 6 meses. “La implantación coclear en niños de seis meses garantiza el desarrollo del lenguaje de un niño oyente”, asegura Manrique.

Implantación coclear bilateral

Además de intervenir en pacientes de menos de un año, otro de los avances del programa es la implantación coclear bilateral desarrollada hace dos años. Esta indicada en pérdidas de audición profundas que afectan a los dos oídos, siempre y cuando no haya malformaciones anatómicas. “Al restaurar la estimulación auditiva a través de los dos oídos se logra una mejor discriminación en ambiente de ruido, una mejor capacidad de localizar los sonidos y la estimulación de la vía auditiva en su totalidad. Es especialmente útil en niños para promover el desarrollo completo de todas las vías y centros que componen el sistema auditivo”, asegura el especialista de la Clínica Universitaria, Manuel Manrique. En estos momentos, el Gobierno navarro se plantea la posibilidad de financiar en su integridad los implantes bilaterales.

Fiabilidad

El doctor Manrique asegura que en bebés que nacen sordos y sometidos a una operación de implante coclear, la efectividad alcanza el 95% de los casos. “No necesitan aprender el lenguaje de signos ni leer los labios”, asevera. En adultos que no han nacido sordos pero que debido a un accidente o enfermedad se hayan quedado sordos después, el grado de efectividad es del 85%. “De cada 100 palabras oyen 85 de espaldas y sin leer los labios. En doce años trabajando en este campo el error ha sido del 0,8%”, testifica el doctor. En estos casos se debe volver a intervenir quirúrgicamente al paciente para quitarle el implante y, tras averiguar el origen del error, volver a implantarle otro.

Desde la Asociación de Implantados Cocleares de España, su presidente, Joan Zamora, asegura que en una reciente encuesta efectuada entre 227 implantados el resultado es que entre el 44%-49% de las personas operadas había obtenido más o mucho más de lo que esperaba, el 10% algo más de lo que esperaban y el 30% lo que esperaba. En cambio, el 11% había obtenido casi lo que esperaba y sólo un 4% tenía menos de lo que esperaba o no había obtenido el resultado deseado.

Los datos completos de esta encuesta se encuentran en el documento de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Ministerio de Sanidad y Consumo.

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