Investigadores consiguen la regeneración de huesos con células madre adultas

Un proyecto promete mejorar la calidad de vida de personas con problemas óseos
Por EROSKI Consumer 2 de marzo de 2003

Un grupo de investigadores del Departamento de Biología Celular, Genética y Fisiología de la Universidad de Málaga, liderado por el catedrático José Becerra Ratia, ha puesto en marcha un innovador programa basado en la regeneración y reparación de huesos con células madre. El trabajo pretende mejorar la calidad de vida de aquellas personas con dificultad de osificación (reparación de huesos), osteoporosis, implantes de prótesis de cadera o rodilla, o bien aquellas situaciones en las que esta regeneración no es posible por motivos de edad.

Este grupo de investigación estudia los factores que impiden al organismo regenerar los huesos e intenta detectar los mecanismos que actúan en el momento de la reparación. De ahí que el objetivo fundamental sea conseguir más células encargadas de la regeneración ósea. «Si una lagartija pierde la cola, le vuelve a crecer. Pero en los mamíferos no ocurre así. Si un individuo pierde un miembro, no lo vuelve a desarrollar», explica Becerra Ratia.

Los investigadores malagueños utilizan como fuente de estudio las células madre de adultos procedentes de la médula ósea, que no tienen capacidad de reproducirse, a diferencia de las denominadas «madre», que sí pueden lograrlo, convirtiéndose en una especie de «comodín» que puede adoptar las características de cualquiera de los tejidos que forman el cuerpo humano.

En efecto, estas células «pueden convertirse en una fuente ilimitada para el tratamiento de enfermedades degenerativas como la diabetes o el Parkinson», añade el catedrático.

El grupo de investigación constata que, aunque el hombre tenga capacidad de regenerar huesos, en muchos casos esta función queda limitada, «sobre todo en personas de edad avanzada». De este modo, «un porcentaje significativo de las fracturas que se producen en el hombre presentan dificultades para ser reparadas, por lo que hay que centrarse en éstas para reducir su incidencia», precisa Becerra.

Los científicos se pusieron en marcha para conocer cuáles son los motivos que impiden una correcta reparación de huesos. Para ello, tomaron células de la médula ósea de las ratas (animal en el que pueden encontrarse células madre adultas) y las cultivaron en el laboratorio, separando todas las células de la línea sanguínea y dejando únicamente las responsables de la formación de hueso.

Mediante técnicas de ingeniería genética, modificaron los factores inductores para mejorar su eficacia. «Esto hace que las células se multipliquen, se diferencien y progresen hasta la diferenciación ósea», añade el profesor Becerra Ratia.

El siguiente paso fue comprobar que las células creadas en el laboratorio podían producir hueso, por lo que el grupo de investigación las introdujo en unas cápsulas especiales y las colocó bajo la piel de la propia rata.

Después de cuatro semanas, encontraron que las células procesadas dentro de la cápsula habían producido hueso. La conclusión es clara: «mediante técnicas de laboratorio quedan aisladas de la médula ósea las células madre indiferenciadas, multiplicándose y consiguiéndose que se conviertan en células ostogénicas (productoras de huesos)», según el experto.

El grupo de investigación se plantea ahora trasladar los resultados obtenidos en animales de laboratorio a casos humanos. «Se trataría de tomar las células madre del propio individuo, someterlas al proceso descrito y aplicarlas a la integración de prótesis, a fracturas difíciles o a pérdidas masivas de hueso por accidentes», puntualiza el coordinador del equipo.

Sin embargo, José Becerra manifiesta que, aunque las condiciones del transplante a humanos son factibles, es necesario «un estudio más detallado».

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