El consumo elevado de vitamina E ha sido cuestionado por primera vez por un equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.), que acaba de presentar en la reunión de la Sociedad Americana del Corazón, en Nueva Orleans, los resultados del análisis realizado en 19 estudios llevados a cabo con 136.000 pacientes de EE.UU., Europa y China entre los años 1993 y 2004.
Las conclusiones de este trabajo subrayan que aquellas personas que ingieren diariamente suplementos vitamínicos de tocoferol de 400 UI (unidades internacionales), que son equivalentes a 26,6 miligramos, tienen un riesgo elevado de muerte. En EE.UU. se comercializan suplementos de vitamina E en cápsulas de entre 400 y 800 UI, por lo que estos científicos hacen un llamamiento a las autoridades sanitarias de ese país para que se reduzcan las dosis.
«El límite debe estar en 400 UI de vitamina E», asegura Eliseo Guallar, uno de los investigadores. Miller reconoce que muchas personas toman vitaminas en la creencia de que son beneficiosas para prolongar la vida, «pero nuestro trabajo demuestra -dice- que altas dosis de suplementos vitamínicos de tocoferol no sólo no prolongan la vida, sino que están asociados con un riesgo de fallecimiento».
No obstante, este científico sugiere la necesidad de llevar a cabo investigaciones adicionales para determinar si estos efectos negativos de altas dosis de vitamina E son extrapolables también a bajas dosis, al tiempo que recuerda que todavía no se han demostrado los supuestos beneficios de esta sustancia en combinación con otros antioxidantes. Generalmente, una dieta equilibrada contiene entre seis y diez UI de vitamina E (entre 4 y 7 miligramos). Los alimentos que contienen esta sustancia de forma natural son aceites vegetales de maíz, girasol y soja, así como las espinacas y otras hortalizas de hojas verdes, las nueces y los espárragos.
