La alimentación mediterránea basada en el aceite de oliva y en alimentos con ácidos grasos Omega 3 previene problemas cardiovasculares en personas con síndrome metabólico. Ésta es la conclusión preliminar de un estudio europeo en el que participan el Hospital Universitario y la Universidad de Córdoba (UCO).
Esta investigación pretende determinar los factores genéticos que contribuyen al síndrome metabólico y cuáles son los modelos alimentarios para tratar adecuadamente a estos enfermos.
Los afectados por esta enfermedad, causada por una alimentación desmesurada, tienen riesgo de obesidad abdominal, hipertensión arterial, altos niveles de glucosa, resistencia a la insulina, aumento de los triglicéridos y disminución del colesterol considerado «bueno». Así, presentan de cinco a diez veces más riesgo de desarrollar diabetes y tres veces más problemas cardiovasculares.
El estudio indica que cuando estos pacientes toman una dieta rica en grasa monoinsaturada, como el aceite de oliva, u otra pobre en grasa pero enriquecida con Omega 3, todas las alteraciones lípídicas mejoran notablemente.