La Encuesta Nacional de Salud refleja un nuevo aumento del sobrepeso infantil

Entre sus causas se citan los malos hábitos alimentarios, la falta de ejercicio físico y la herencia genética
Por EROSKI Consumer 5 de mayo de 2008

Los datos de la última Encuesta Nacional de Salud reflejan que más del 30% de los niños de entre 2 y 14 años son vistos con mayor peso de lo normal y con una vida sedentaria. Ello se debe a que la población infantil con exceso de peso aumentó casi dos puntos entre 2003 y 2007, si bien estos niños no siguen dieta alguna y el 20% de ellos pasa la mayor parte de su tiempo libre ante los videojuegos y la televisión.

Así, un 18,5% de los menores de entre 2 y 14 años tiene sobrepeso y un 11,9% obesidad, frente al 17,5% y 11,2% del estudio realizado en 2003, según los datos aportados por las familias para la última encuesta. Por franjas de edad, la prevalencia es más alta entre los niños de 5 a 9 años, de los que un 21,4% tiene sobrepeso y un 15,38% es obeso. No obstante, la realidad puede ser más cruda, porque uno siempre cree que es «más alto y más delgado», en opinión de Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC).

Los casos de obesidad mórbida en niños no son muchos, «pero se van a empezar a ver», señaló Aranceta, director técnico del Programa Perseo, que gestionan los ministerios de Sanidad y Educación y las consejerías de seis comunidades autónomas, Ceuta y Melilla, y proveerá de datos sobre el estado nutricional de casi 14.000 escolares de 6 a 10 años.

Los malos hábitos alimentarios, la falta de ejercicio físico, un entorno socioeconómico desfavorecido y la herencia genética son algunos de los factores que citan los expertos como desencadenantes de esta situación, que ha colocado a España entre los tres primeros países europeos en obesidad infantil. A pesar de ello, el presidente de la SENC cree que todavía hay posibilidades de cambiar este panorama.

Aranceta explicó que el exceso de peso en los niños es tres veces superior en familias de entorno modesto, donde no hay tantas posibilidades y recursos intelectuales para prevenir o enfocar la cuestión. «No sólo ahí nace una buena parte del problema, sino que ahí se mantiene: al menos el 50% de esos niños serán adultos obesos», afirmó.

Además de la alimentación, hay que destacar la importancia del ejercicio. Y es que el deporte compartido por padres e hijos es, en la práctica, escaso, aunque sí es frecuente verlo juntos por televisión. Así, un 20% de los escolares no hace nada de ejercicio al salir de clase, son sedentarios, y de forma más acusada las niñas, según la Encuesta Nacional de Salud 2006-2007.

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