La exposición al cadmio podría influir en la incidencia del cáncer de mama

Cinco microgramos por kilo a la semana de este metal pueden provocar importantes alteraciones
Por EROSKI Consumer 16 de julio de 2003

La exposición al cadmio, incluso dentro de los niveles tolerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría influir en la incidencia del cáncer de mama entre las mujeres, y también entre sus descendientes si el contacto con este metal pesado tiene lugar durante el embarazo, según concluye un trabajo de la Universidad de Georgetown (EE.UU.).

Este estudio afirma que tan sólo cinco microgramos por kilo a la semana de cadmio son capaces de provocar importantes alteraciones en el sistema hormonal femenino, que vienen a sumarse a los problemas renales y óseos que ya se conocían. Son estas reacciones hormonales las que determinarían de alguna manera el aumento de probabilidades de desarrollar la enfermedad.

Los ratones con los que experimentaron los autores del trabajo presentaron un significativo incremento del peso uterino, cambios en el endometrio -la pared que recubre la cara interna del útero- o aumento de la densidad de las glándulas mamarias, factores todos ellos que ya se habían relacionado hasta ahora con una mayor incidencia del cáncer de mama.

Asimismo, descubrieron que las crías de los animales expuestos al cadmio durante la gestación, presentaban una pubertad precoz y un temprano desarrollo de sus glándulas mamarias, dos factores que incrementan un 50% el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

La relación cadmio-cáncer de mama tiene que ver con las potentes reacciones estrogénicas que este metal pesado es capaz de producir, afirman los investigadores estadounidenses. Una evidencia que coincide con los datos disponibles hasta ahora sobre ciertos contaminantes ambientales, capaces de reproducir el efecto de los estrógenos (hormonas que generan los ovarios durante los años fértiles de una mujer) y provocar trastornos en los aparatos reproductivos de algunas especies animales.

Ante estas nuevas evidencias, los expertos consideran que sería necesario que la OMS revisase sus actuales recomendaciones, que sitúan en siete microgramos por kilo la dosis semanal tolerable de cadmio.

Este metal pesado se puede encontrar de forma natural en el medio ambiente; aunque también puede llegar hasta nosotros a través del humo de los cigarrillos, o bien mediante el consumo de agua contaminada o alimentos que se hayan cultivado en tierras contaminadas. Pilas, ciertos gases, las soldaduras o algunos materiales de construcción también pueden ser fuente de cadmio, un material que puede perdurar durante años en el organismo.

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