La incidencia del asma es mayor en las grandes ciudades, según neumólogos

Hoy se celebra el Día Mundial de esta enfermedad, que padecen 150 millones de personas
Por EROSKI Consumer 5 de mayo de 2003

El asma, una de las patologías más frecuentes en el mundo, tiende a ser mayor en las grandes ciudades, según informó la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica, con motivo de la celebración hoy del Día Mundial de esta enfermedad.

Hasta el momento no existe ningún fármaco que cure esta enfermedad que padecen 150 millones de personas en todo el mundo. «Aunque sin cura y potencialmente mortal, los tratamientos disponibles permiten un fácil control de la enfermedad en casi todos los casos», afirma Antolín López Viña, coordinador del área de asma de la mencionada sociedad.

Sin embargo, la compatibilidad del asma con el desarrollo de una vida sin mayores contratiempos se ve frenada, añadió, por la «deficiente adhesión» de los enfermos a las terapias o porque «ni siquiera están diagnosticados».

Para López Viña, invertir esta situación y lograr que los asmáticos se beneficien de los recursos terapéuticos existentes exigiría, en consecuencia, «un mayor esfuerzo del personal sanitario y un impulso institucional que se tradujese en campaña informativas destinadas a sensibilizar a pacientes y familiares sobre el grado de responsabilidad que les toca a la hora de actuar contra la enfermedad».

Este experto entiende que el interés de las instituciones estaría justificado no sólo «porque se trata de velar por la salud de la población, sino porque ello supondría un importante ahorro económico para las arcas de todos». Según datos de la Sociedad Madrileña, un 70% de los costes sanitarios generados por el asma se podrían evitar si el control de la enfermedad fuera el adecuado.

Bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hoy lunes se celebra el Día Mundial del Asma 2003. «El impacto del Asma» es el lema que se maneja este año, bajo la premisa de que si no es correctamente evaluada y tratada, esta enfermedad puede mermar de forma considerable la calidad de vida de la persona que la padece.

Se trata de una enfermedad crónica que afecta a los bronquios, los cuales por una predisposición genética, pueden estar inflamados de forma casi permanente. Ante determinados estímulos o desencadenantes, se contraen y obstruyen, apareciendo los signos típicos de la enfermedad: tos, sibilancias (autoescucha de ruidos respiratorios), disnea y opresión torácica.

El asma es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia y adolescencia. Se estima que entre el 8% y 13% de los niños, según los países, sufren de asma. Un diagnóstico personalizado y un plan de tratamiento con medicamentos apropiados, son claves para el control de la patología.

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