La mortalidad derivada de las operaciones en tumores cerebrales se ha reducido actualmente al 1,8%, según los neurocirujanos

El índice de muertes alcanzaba hace sólo tres décadas un porcentaje del 30%
Por EROSKI Consumer 18 de junio de 2005

La mortalidad ligada a la cirugía de tumores cerebrales era de un 30% hace 30 años, mientras ahora se encuentra aproximadamente en el 1,8% gracias a los avances que se están desarrollando en el tratamiento de gliomas (tumores cerebrales). Todos esos progresos han sido analizados esta semana por expertos en una reunión organizada por MD Anderson en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). El encuentro se basó en dos temas principales: el desarrollo de la neurocirugía y los avances en las terapias relacionadas con ella.

El jefe de Neurocirugía del Hospital MD Anderson de Houston, Raymond Sawaya, manifestó que mientras hace años «se decía que todos los tumores malignos eran mortales», actualmente «hay muchos pacientes que logran sobrevivir a largo plazo». En concreto, entre el 10% y el 15% de los intervenidos con tumores malignos consiguen superar ahora los ocho años de vida.

Pero en los tumores benignos los porcentajes son todavía mucho mejores. Sawaya puso el ejemplo de los afectados por astrocitoma pilocítico juvenil (una variedad del glioma en el nervio óptico). «Si conseguimos quitar el tumor entero viven casi todos los pacientes, mientras que si no se puede, alrededor de un 40%», aseguró. Estos buenos datos se deben a factores como la posibilidad de intervenir en sitios donde hasta hace poco no se podía o gracias a la neuroanestesia (sólo se duerme la parte del cerebro que se va a intervenir), porque «realizar la mejor cirugía posible sigue siendo fundamental hoy en día», afirmó el doctor Sawaya.

La mejor cirugía posible

En cuanto a las terapias postoperatorias, la farmacogenómica -estudio genético de pacientes para hacer tratamientos individualizados- es la gran esperanza. Se está estudiando qué fármacos se pueden usar y cuáles no en función de la genética de los pacientes, en lo que se llaman «dianas terapéuticas» (indicadores genéticos que tenemos cada uno). «Antes tratábamos a todos por igual y ahora hay que individualizar, porque cada tumor en cada persona es diferente», dijo Sawaya. También se espera mucho del uso combinado de quimioterapia y radioterapia, ya que los estudios muestran una mejora sustancial uniendo ambas.

Uno de los temas que más preocupan a los expertos es que hoy se detectan más tumores cerebrales que hace unos años -su número ha aumentado a ocho casos por cada cien mil habitantes-, aunque se duda si su número está aumentando o si se debe a que se detectan mejor. En cualquier caso, los avances son esperanzadores pese a que, como dice el doctor Sawaya, «queda mucho camino por recorrer».

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