Los neumólogos advierten que el asma leve provoca bajas laborales y limita considerablemente la calidad de vida de los niños

Apuestan por la terapia "autoajustable", mediante la cual es el propio paciente el que ajusta la dosis de tratamiento
Por EROSKI Consumer 22 de septiembre de 2006

El 20% de las personas con asma leve tiene que pedir en alguna ocasión la baja por culpa de su enfermedad y en el caso de los niños ello «les limita considerablemente su calidad de vida», explica el doctor Vicente Plaza, especialista en enfermedades respiratorias del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo (Barcelona) y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

Por ello, el neumólogo alerta de la influencia del asma en la calidad de vida de los pacientes y destaca que el «factor humano» juega en esta situación un papel «de primer orden», toda vez que los afectados deben seguir un tratamiento «muy prolongado y, es por tanto, necesario que se involucren positivamente» en el mismo.

El doctor Plaza comenta además que numerosos estudios muestran que el nivel de adhesión o cumplimiento del tratamiento en el asma oscila entre el 30% y el 50%, y que «no contar con la opinión del enfermo y con su decidida participación, conlleva una elevada proporción de fracasos terapéuticos, habitualmente por el abandono total o parcial de la medicación». Para solucionar este problema, el especialista apuesta por la terapia «autoajustable», mediante la cual es el propio paciente el que ajusta la dosis de tratamiento en función de su situación clínica, mediante un sencillo programa preparado por su médico.

Dos millones de afectados

En España hay entre millón y medio y dos millones de personas que sufren ataques de asma de forma periódica, y, según el doctor José Luis Álvarez-Sala, ex presidente de la SEPAR y catedrático de Neumología de la Universidad Complutense de Madrid, los escasos conocimientos que buena parte de ellas poseen sobre su propio problema se extienden también a lo relacionado con las terapias.

«De nada sirve que el paciente se centre en el alivio de los síntomas mediante el empleo de broncodilatadores, porque esto, además de poder ser perjudicial a la larga, no combate la inflamación que está en el origen de la enfermedad», explica Álvarez-Sala.

La idea de que hay que luchar contra la inflamación de las vías respiratorias, como mejor medio para controlar el asma, es relativamente nueva, por lo que no es de extrañar el desconocimiento que acerca de ello tienen los pacientes en general. «Incluso algunos médicos todavía no son suficientemente conscientes de ello», puntualiza el ex responsable de la SEPAR.

Como ejemplo de esto último, señala que aún existe un gran temor a prescribir de forma continua medicación antiinflamatoria por creer que ello puede conllevar el peligro de serios efectos secundarios, «cuando lo cierto es que si el tratamiento se administra de forma inhalatoria los riesgos son prácticamente nulos».

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube