Los «niños probeta» son igual de sanos que los concebidos de modo natural

Un estudio ha evaluado la seguridad de las dos técnicas más frecuentes de reproducción asistida
Por EROSKI Consumer 3 de julio de 2003

Los niños concebidos mediante fecundación in vitro (FIV) o inyección de esperma intracitoplasmática (ICSI) son igual de sanos que los concebidos de modo natural. Esta es la conclusión principal del estudio más riguroso realizado hasta el momento para evaluar la seguridad de estas dos técnicas de reproducción asistida.

El motivo de este estudio fue las inquietudes existentes sobre la seguridad de las técnicas de reproducción. El trabajo se llevó a cabo en cinco países europeos y contó con la participación de 541 niños nacidos por ICSI, 440 concebidos por FIV y 542 fruto de fecundación natural. Los pequeños fueron seguidos hasta los cinco años para evaluar su estado físico, su cociente de inteligencia verbal, el desarrollo motor y el comportamiento.

Christina Bergh, una de las autoras del trabajo, explicó ayer en el congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (SERHE) que se está celebrando en Madrid, que globalmente los resultados son tranquilizadores y descartan los temores expresados sobre la salud y el bienestar de los niños concebidos mediante esta técnicas.

En lo relativo al compromiso paterno, en el estudio se ha observado que tanto las madres como los padres del grupo de ICSI se implican más en su papel que el resto. «No detectamos riesgos suplementarios de impacto socioemocional negativo ni en los padres ni en los niños», afirmó Bergh.

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