Más de siete millones de personas en todo el mundo padecen lepra, según la OMS

En España hay unos 300 leprosos, aunque la enfermedad está en situación de pre-erradicación
Por EROSKI Consumer 9 de enero de 2003

El último domingo de enero de cada año se celebra el Día Mundial de la Lepra con el objetivo de recordarnos que esta enfermedad todavía no esta erradicada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo hay más de siete millones de personas que sufren esta enfermedad, de las cuales 300 viven en España.

La mayor parte de los afectados vive en países en vías de desarrollo como La India, Brasil, Indonesia, Madagascar, China, Vietnam o Myanmar. «La lepra es un mal endémico que perjudica mayoritariamente a los más pobres y desfavorecidos, y es una de las principales causas del elevado índice de mortalidad de los países mencionados», afirma la OMS.

Mycobacterium Leprae

La lepra, causada por el bacilo Mycobacterium Leprae, fue descubierta de manera oficial por el doctor A. Hansen en 1876. No obstante, se sabe que esta enfermedad viene azotando a la humanidad desde hace miles de años. De hecho, en códices egipcios del año 1500 antes de Cristo ya se habla sobre su existencia. Su expansión mundial se debe a las conquistas, cruzadas y colonizaciones entre diferentes países y continentes.

Para evitar su contagio, a los enfermos de lepra se les excluía de la vida común, recluyéndolos en determinados lugares, llamados lazaretos, de los que no podían salir. Un ejemplo de esto es la isla de Culión (Filipinas): en 1906 los estadounidenses convirtieron esta isla en reserva exclusiva de enfermos de lepra para aislarlos totalmente.

Síntomas

El inicio de la enfermedad puede ser muy anterior a la fecha del diagnóstico. Se supone que un número elevado de contagios se producen en la infancia y que la mayoría de los enfermos han presentado algún síntoma antes de los 15 años.

Los síntomas pueden aparecer después de varios años de la infección, ya que el proceso de incubación de la enfermedad es largo (de 2 a 7 años). El Mycobacterium Leprae penetra por las mucosas nasales, la boca y la piel. Algunos factores ambientales como la superpoblación, la mala alimentación y la higiene deficiente, favorecen también su difusión.

Un enfermo de lepra sufre pérdida de sensibilidad (térmica, dolorosa, olorosa y táctil). Las zonas del cuerpo afectadas adquieren un color distinto al resto de la piel. La afectación de piel y del sistema nervioso periférico provoca con frecuencia lesiones llamativas y deformidades en algún miembro. Otros síntomas son las parálisis musculares, la fragilidad en los huesos, el abultamiento de la frente y la distorsión facial, a la que se ha llamado «cara leonina».

En cuanto a los tipos de lepra, hay tres principalmente. La más grave es la Lepramatosa, que produce lesiones espectaculares e irreversibles. Luego está la Tuberculoide, que presenta lesiones poco marcadas y más superficiales. Suelen ser cutáneas y nerviosas leves y de un curso benigno. Por último está la Indistinta, que es similar a la anterior.

En lo que se refiere a su transmisión, la lepra es una enfermedad muy difícil de contagiar, ya que necesita una larga y continua intimidad (como la vida familiar) para pasar de persona a persona. Es muy difícil señalar el momento exacto del contagio, debido al largo y lento periodo de incubación. No es una enfermedad hereditaria y menos del 10% de las personas expuestas al bacilo desarrollan la lepra.

La enfermedad en España

Aunque pueda sorprender a muchos, en España también existen casos de lepra. Sin embargo se hallan en una situación de pre-erradicación con una tasa de prevalencia de 0,1 por 10.000 habitantes. «La lepra está prácticamente erradicada y controlada en España. Se estima que actualmente hay 300 enfermos, de los cuales sólo el 10% se encuentran activos. El resto son personas mayores que han sido curadas, aunque a algunas les han quedado secuelas físicas», afirma Igor Aguirre, miembro de ANESVAD, ONG que ha desarrollado numerosos proyectos en países de Asia, América Latina y África al objeto de acabar con la enfermedad.

La OMS, por su parte, se ha propuesto como objetivo que la lepra vaya descendiendo progresivamente en los 28 países donde es endémica, «hasta que en 2005 deje de ser un problema de salud pública». El trabajo en estos países no resulta fácil, puesto que muchas veces no se dispone de los recursos ni de los medios suficientes.

Los dos proyectos pioneros para la curación de la enfermedad son: el programa Multy Drug Therapy (MDT), una combinación de medicamentos (Rifampicín, Dapsone y Lampren), y el programa Elisa, que pretende la detección y actuación precoz ante la lepra.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube