¿Cuánto sabes sobre la meningitis?

Una de cada tres personas no sabe que la meningitis se puede prevenir y cerca de un 9 % de la población no es capaz de identificar ni un síntoma
Por María Huidobro González 28 de diciembre de 2019
Nina meningitis
Imagen: StockSnap

Hasta 1989 el patógeno Haemophilus influenzae tipo b (Hib) acababa con la vida de un millar de niños al día. Y gracias a la vacuna que inventó el recientemente fallecido doctor John B. Robbins, la meningitis producida por este agente casi ha desaparecido. Sin embargo, esta enfermedad, poco frecuente pero muy grave, que afecta cada año a 1.000 personas en España (la mayoría menores de 5 años y adolescentes), también pueden originarla otras bacterias y diversos virus, es capaz de enfermar a personas mayores. La muerte hace unas semanas en Galicia de una profesora por una meningitis bacteriana es un claro ejemplo. ¿Qué sabes de esta enfermedad? Según una encuesta realizada por la Asociación Española de Pediatría (AEP), en nuestro país hay un “gran desconocimiento” en torno a ella. Por eso, ha ideado una curiosa iniciativa informativa. En este artículo, a la luz de este sondeo y la campaña de la AEP, te contamos lo que debes saber de la meningitis: causas, síntomas y las vacunas que pueden evitarla.

Qué es la meningitis

Las estructuras del sistema nervioso, el cerebro y la médula espinal están recubiertas por unas membranas fibrosas denominadas meninges, que actúan de barrera ante algunas sustancias tóxicas y gérmenes. Cuando estas defensas se ven superadas, se produce su inflamación: la meningitis, lo que provoca la compresión fundamentalmente del cerebro.

A quién afecta

Es poco frecuente gracias al importante esfuerzo realizado en las últimas décadas en investigación, atención sanitaria, diagnóstico, tratamiento y prevención con vacunas para casi todos los tipos. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año se declaran en España unos 1.000 casos de meningitis (346 de enfermedad meningocócica invasiva en 2018) y se producen más de un millón en todo el mundo.

Nino meningitis

Imagen: xusenru

Puede aparecer a cualquier edad, pero especialmente pasa en niños menores de cinco años y jóvenes de entre 15 y 24 años, por lo que es una enfermedad muy temida, que puede matar en horas, pero que hoy en día “está más controlada que nunca, gracias a la investigación”, tal y como reconoce Mª José Mellado, presidenta de la AEP. “Las grandes historias que nos afectan y nos conmueven merecen ser contadas”, argumenta para explicar la puesta en marcha de la campaña que tiene como centro un documental de 18 minutos ‘Meningitis, cerrando el círculo. Una película que merece ser contada’ donde diversas personas van ofreciendo su particular visión de la enfermedad. Se puede ver en este enlace y en el canal de YouTube de la AEP.

Qué la provoca

En la encuesta de la AEP queda patente el desconocimiento de la población en este sentido. Cerca de la mitad (45,2 %) cree que la meningitis puede estar provocada por un virus o por una bacteria; un porcentaje similar la achaca a una bacteria (40,2 %) y casi un 15 % considera que se debe a un virus.

En realidad, puede aparecer por causas poco habituales como reacciones químicas, en enfermedades como el cáncer o ciertas patologías inflamatorias, pero en la gran mayoría de los casos de meningitis hay una infección detrás. Y los principales agentes son los virus y las bacterias, aunque también existen hongos y parásitos que atacan las meninges.

La meningitis más habitual en nuestro país tiene un origen vírico. Suele ser benigna y sus consecuencias leves. Enterovirus intestinales, herpes labial, gripe, varicela y paperas pueden ocasionarla.

En cambio, la meningitis bacteriana es grave: “puede ser mortal o dejar secuelas importantes si no se trata de forma inmediata”, señalaba por el Día Mundial de la Meningitis Santiago Trillo, coordinador del Grupo de Estudio e Neurología Crítica e Intensivista de la SEN. Y es que entre un 10 % de los pacientes que la sufren fallecen y los que sobreviven (hasta un 20 %) lo hacen con graves secuelas: edema cerebral, hidrocefalia, sordera, insuficiencia renal, epilepsia, retraso congnitivo, amputación de extremidades…

Además del Haemophilus influenzae tipo b citado, otras bacterias que producen meningitis son Streptococcus grupo B y Listeria monocytogenes en lactantes, el neumococo y el meningococo (Neisseria meningitidis), que causa la enfermedad meningocócica invasiva (EMI) y sus 12 serotipos.

Síntomas de alerta

“Una de cada tres personas no sabe que la meningitis se puede prevenir. Y lo más preocupante es que hay personas (8,5 %) que aún no saben identificar ningún síntoma de esta infección”, se lamentaba Francisco Álvarez, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la AEP en la presentación de la encuesta y la campaña informativa. Y es que, como señalaba, “reconocer los signos de la meningitis es clave para poder actuar lo antes posible y evitar las consecuencias de una patología que en cuestión de unas horas puede tener consecuencias fatales”.

Fiebre meningitis

Imagen: congerdesign

Y no es fácil en un principio, pues los síntomas pueden ser similares a los de infecciones como la gripe: fiebre alta, irritabilidad en los bebés, dolor de cabeza en los niños mayores, decaimiento, vómitos “en escopetazo” y rechazo de la alimentación.

Pero pronto aparecen otros más específicos que es importante tener en cuenta, pues podrían apuntar que se esté iniciando la infección, tal y como recogen en su web la Asociación Española Contra la Meningitis: dolor en las piernas (aparecen hasta en un 35% de los niños), pies y manos fríos y color pálido violáceo de la piel. No hay que olvidarse de la respiración agitada, ni de la fotofobia, ni tampoco de la popular rigidez de cuello (no se puede mover la cabeza para abajo), ni de otras como disminución del nivel de conciencia, convulsiones, somnolencia y, sobre todo, petequias.

Si se observan pequeñas manchas de color rojo o morado, primero en el torso y, después rápidamente, por el resto del cuerpo, sin que desaparezcan al estirar la piel, puede ser una sepsis (invasión y proliferación del meningococo dentro del torrente sanguíneo), y se necesitaría de atención médica urgente. “Algunas se juntan y se van haciendo grandes, lo que significa que el cuadro está muy avanzado. Hay que intentar que los padres acudan lo antes posible, cuando sus hijos tienen petequias pequeñas”, comenta en el documental el pediatra David Moreno, coordinador de esta campaña.

Cómo se diagnostica

El diagnóstico se realiza analizando una muestra de líquido cefalorraquídeo de la médula espinal que se obtiene mediante una punción en la columna vertebral (punción lumbar). Otras pruebas para confirmarlo son una ecografía o una tomografía axial computarizada (TC).

Tratamiento

El paciente de meningitis viral no precisa tratamiento específico y en una semana o diez días está recuperado.

No obstante, para la meningitis bacteriana hay que tomar antibióticos y se requiere hospitalización y hasta administración de líquidos por vía intravenosa y medicamentos para tratar lesiones asociadas que puedan aparecer. Además, los contactos cercanos deberán tomar antibiótico e incluso vacunarse, si no lo estuvieran.

Cómo prevenirla

Vacuna meningitis

Imagen: fotoblend

Casi el 90 % de los casos de meningitis se producen por infecciones que pueden transmitirse al estornudar, al toser o con el intercambio de saliva, según la SEN. Por eso, es recomendable mantener unos buenos hábitos de higiene (lavarse las manos y taparse al estornudar o toser), hábitos saludables y evitar sustancias tóxicas como el tabaco o el alcohol que debilitan el sistema inmune.

Pero la mayor prevención y defensa es la vacunación. En los calendarios vacunales de todas las comunidades autónomas están las vacunas frente a las bacterias más frecuentes que causan meningitis: Haemophilus influenzae b (Hib), Neisseria meningitidis C (meningoco C) y Streptococcus pneumoniae (neumococo). La vacuna triple vírica evita, además, la meningitis producida por el virus de la parotiditis.

  • Haemophilus Influenzae tipo b (Hib) a los 2, 4 y 11 meses.
  • Meningitis C a los 4 y 12 meses con dosis de recuerdo a los 12 años.
  • Neumococo a los 2, 4 y 11 meses.

Pero hay dos que recomiendan desde la AEP “para cerrar en círculo de prevención” y que en la mayoría de las regiones no están subvencionadas por el sistema público. Son contra el meningococo B y los serotipos meningococo ACWY. Castilla y León sí que las tienen. Canarias ha incluido la B y Andalucía cubre la tetravalente ACWY a partir del 1 de enero.

Sin embargo, debido al «aumento de su incidencia» en países como Reino Unido y Holanda, las comunidades tienen hasta finales de 2020 para cambiar la dosis de vacuna antimeningocócica C de los 12 años por la vacunación frente a los meningococos ACWY y vacunar con ella a todos los adolescentes de 13 a 18 años.

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