Riesgos para la salud
“Los productos falsificados y de baja calidad pueden poner en peligro la salud de los consumidores y, en algunos casos, incluso su vida”, advierte la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Las falsificaciones suponen riesgos concretos en los productos que se ingieren (como alimentos, bebidas y medicamentos) y también en los que se aplican directamente sobre la piel (como perfumes y cosméticos).
De hecho, un análisis realizado en 2019 por la EUIPO desveló que el peligro más común es la exposición a químicos peligrosos y toxinas que podrían causar problemas de salud agudos o a largo plazo debido a una exposición inmediata o sostenida en el tiempo. Los perfumes, los cosméticos y productos farmacéuticos están entre las falsificaciones peligrosas más habituales.
Perfumes falsificados
“Los perfumes falsificados tienen una composición muy distinta e incluyen disolventes industriales, componentes tóxicos o prohibidos, algo grave en un producto que está durante horas en contacto con nuestra piel”, indican desde la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa).
Su directora técnica, Pilar García, subraya que los perfumes falsificados no están supervisados por ningún organismo de control sanitario; y que la gran mayoría suelen enmascarar la presencia de algunos componentes aromáticos básicos en su fórmula que vienen a sustituir a otros ingredientes naturales, para engañar al consumidor.
“Los perfumes falsificados contienen en su mayoría agua, hasta un 50 %, etanol industrial o de baja pureza como disolvente. Esto es un fraude para los consumidores; ya que, frente a las 80 componentes que tiene un perfume original, las falsificaciones no suelen tener más de 20 o 25. En algunos aparece dietilenglicol, sustancia tóxica cuyo uso está prohibido en cosméticos, excepto en el caso de trazas”, detallan.
Además, no son probados en laboratorio y no pasan una batería toxicológica antes de ser puestos en el mercado, como sí lo hacen los productos auténticos. “Los ingredientes de los perfumes y cosméticos falsificados han producido intoxicaciones por inhalación, irritación ocular, dermatitis, reacciones alérgicas severas, manchas en la piel y fototoxicidad”, explican.
Pérdidas económicas multimillonarias
La vulneración de la propiedad intelectual afecta a los consumidores, tiene perjuicios medioambientales y, además, causa un importante perjuicio a la economía de la Unión Europea (UE). Como señalan desde la EUIPO, las falsificaciones repercuten en los intereses legítimos de los operadores económicos de la UE y sesga las condiciones de competencia en el mercado interior.
“En la economía legítima se pierden 83 000 millones de euros de ventas al año en 11 sectores clave especialmente vulnerables a la falsificación, además de 15.000 millones de euros en impuestos y cotizaciones a la seguridad social, y se estima que cada año se pierden 670.000 puestos de trabajo en Europa en esos sectores debido a la falsificación”, concretan.
💡 Para reconocer un perfume falsificado, es importante prestar atención a su caja y su envoltorio exterior, al frasco y al etiquetado, además del precio y el lugar de venta. Lo explica con más detalle la Asociación de Personas Consumidoras y Usuarias Vasca (EKA/ACUV) en este artículo.
