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¿Qué es el síndrome del cuello digital?
El síndrome del cuello digital se produce por una postura inadecuada mantenida al usar dispositivos electrónicos, como móviles o tabletas. «Estos aparatos nos obligan a mirar hacia abajo, lo que altera nuestra postura y daña los músculos del cuello», explica la doctora Isabel del Campo, dermatóloga del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica de la Academia Española de Dermatología y Venereología (GEDET).
En la piel, “se manifiesta con arrugas debajo de la barbilla, que empeoran con la postura prolongada. Además, puede causar lesiones musculares y óseas en la columna cervical”, puntualiza la doctora. “El diagnóstico de los cambios en la piel se hace mediante inspección visual, mientras que las alteraciones musculoesqueléticas requieren exploraciones físicas y radiológicas”, añade.
Síntomas físicos del cuello digital
¿Imaginas cargar una mochila de 27,5 kilos sobre tu cuello? Eso es lo que sucede cuando inclinamos la cabeza hacia adelante para mirar el móvil. Según el Centro de Cirugía y Rehabilitación de la Columna Vertebral de Nueva York (EE. UU.), la cabeza pesa alrededor de 5,5 kilos cuando está erguida: al inclinarla, ese peso puede aumentar hasta cinco veces. A corto plazo, no es un problema (los seres humanos estamos “diseñados” para aguantar esta carga), pero mantener esta postura durante mucho tiempo puede provocar un desgaste prematuro de la columna vertebral.
El síndrome del cuello digital puede causar varios síntomas físicos. Entre ellos, los siguientes:
- 🥴 Dolor y rigidez en el cuello. Sensación de tensión y dificultad para moverlo.
- 🥴 Dolor de cabeza. Las tensiones musculares pueden extenderse y causar cefaleas.
- 🥴 Desgaste prematuro de los discos intervertebrales. La presión constante acelera el desgaste de los discos que amortiguan las vértebras.
- 🥴 Alteraciones en la curvatura cervical. La postura incorrecta puede modificar la curvatura natural del cuello, generando lesiones con el paso del tiempo.
- 🥴 Hormigueo y entumecimiento. En los casos graves, puede haber hormigueo o entumecimiento en brazos y manos.
Impacto estético del cuello digital
El síndrome del cuello digital también tiene un impacto visible en nuestra apariencia. La postura inclinada hacia adelante, adoptada al usar dispositivos móviles durante largos períodos, provoca varios cambios estéticos en la zona del cuello:
- 🪞 Líneas más marcadas en el cuello. La tensión constante en los músculos del cuello está detrás de la aparición de líneas horizontales y verticales más profundas.
- 🪞 Pérdida de elasticidad. Mirar hacia abajo repetidamente hace que la piel del cuello vaya perdiendo elasticidad y firmeza natural de manera progresiva.
- 🪞 Flacidez. Con el tiempo, la piel del cuello se vuelve más flácida debido a la falta de soporte y tensión.
- 🪞 Hombros redondeados. La postura encorvada típica del tech neck origina que los hombros se redondeen, lo que acorta la apariencia del cuello y da una imagen menos esbelta.
- 🪞 Doble barbilla. La inclinación de la cabeza hacia adelante puede favorecer una doble barbilla, al acumularse grasa en esta zona.
Tratamientos estéticos del cuello digital
La dermatóloga del GEDET explica que las arrugas cutáneas causadas por el síndrome del cuello digital pueden abordarse con distintos tratamientos, según la gravedad y características del caso. Las opciones más habituales son:
- Radiofrecuencia fraccionada con aguja. Idónea para estimular la producción de colágeno y mejorar la firmeza de la piel, sobre todo en casos de arrugas moderadas.
- HIFU (ultrasonidos de alta intensidad). Este tratamiento no invasivo que tensa la piel sin cirugía resulta perfecto para casos de flacidez leve a moderada. Además de reducir las arrugas, mejora el contorno facial.
- Toxina botulínica. Relaja los músculos y suaviza las líneas de expresión superficiales, ofreciendo resultados rápidos y naturales.
- Lifting cervical. Indicado para casos de flacidez severa, este procedimiento quirúrgico permite corregir la flacidez y rejuvenecer la zona del cuello de forma más drástica.
La elección del tratamiento dependerá de factores como la profundidad de las arrugas, el grado de flacidez, las expectativas del paciente y su condición general de salud. Es fundamental consultar a un especialista para recibir una evaluación personalizada y determinar el plan de más adecuado.
Cómo prevenir el síndrome del cuello digital
Si no se corrige el síndrome del cuello digital, «la calidad de la piel puede empeorar con el tiempo y las arrugas se profundizan«, advierte la dermatóloga. Por ello, recomienda “mantener una buena postura al usar dispositivos electrónicos y relajar la musculatura cervical como principales medidas de prevención”.
La doctora recuerda que hay productos cosméticos diseñados para mejorar la piel del cuello. Estos productos tienen ingredientes específicos que ayudan a reafirmar la piel, reducir la flacidez y devolverle la elasticidad. También, combaten las arrugas y líneas finas, y proporcionan una hidratación profunda, lo que es muy importante porque el cuello tiene menos glándulas sebáceas y tiende a secarse más.
Aun así, los siguientes consejos te ayudarán a evitar (o al menos retrasar) sufrir las consecuencias del cuello digital:
▶️ Mantén una postura correcta
Evita inclinar la cabeza hacia adelante. Ajusta la altura de tus dispositivos para que estén a nivel de tus ojos, lo que ayuda a mantener una posición neutral del cuello y reduce la tensión.
▶️ Realiza pausas frecuentes
Cada 20 o 30 minutos, toma un descanso para levantarte y mover el cuello. Así ayudarás a prevenir la rigidez y aliviarás la presión acumulada.
▶️ Fortalece los músculos del cuello
Incorpora ejercicios de estiramiento y fortalecimiento en tu rutina diaria. Practicar pilates puede mejorar tu postura y disminuir la tensión en el cuello y los hombros.
▶️ Limita el tiempo de uso de dispositivos
Reduce el tiempo que pasas frente a las pantallas, en especial móviles y tabletas, para bajar la carga sobre tu cuello. Además, alterna su uso con actividades que no requieran mirar hacia abajo.
▶️ Consulta a un profesional
Si sientes dolor persistente o molestias en el cuello, pide ayuda a un fisioterapeuta: puede ofrecerte tratamientos y recomendaciones personalizadas para aliviar el dolor y prevenir problemas futuros.