Un nuevo medicamento revoluciona los tratamientos contra la hipertensión

Reduce la mortalidad y las complicaciones cardiovasculares
Por EROSKI Consumer 22 de marzo de 2002

Expertos reunidos en el 51 Congreso del American College of Cardiology (ACC) creen estar en vísperas de una «nueva era» en el manejo de los pacientes con Hipertensión Arterial (HTA). Por primera vez, según un estudio presentado en ese encuentro de 30.000 cardiólogos en Atlanta, un tratamiento antihipertensivo ha demostrado ser superior a la terapia convencional con betabloqueantes en la reducción de varios riesgos: de mortalidad y complicaciones graves, incluidos los infartos cardíaco y cerebral (-13%), de ictus o infarto cerebral (-25%) y de desarrollo de diabetes (-25%). Además, estos datos favorables están acompañados de menores efectos secundarios.

El protagonista de éstos «resultados sin precedentes», según los definió el experto sueco Bjorn Dahlöf, se llama Losartan, un medicamento que ya se usa para tratar la hipertensión, sobre todo cuando no funcionan bien los betabloqueantes. Estos, junto a los diuréticos son desde hace muchos años el tratamiento de primera línea tras haberse demostrado que reducían el riesgo de mortalidad cardiovascular.

Ahora, tras comprobarse una mejora significativa en la disminución de tal peligro, «se abre un mundo de oportunidades» que Bjorn Dahlöf y el estadounidense Richard Devereux consideran «directamente aplicable en la práctica clínica». Este optimismo fue compartido por representantes españoles en el Congreso de Atlanta, como el catalán Mariano de la Figuera, que apoyó «la inclusión de Losartan en el primer escalón terapéutico» por sus «beneficios añadidos a la reducción de la hipertensión arterial», o como Javier Díaz, especialista de la Universidad de Navarra, que consideró llegado «el momento de dar un paso adelante».

Durante cuatro años

El estudio, cuyos resultados publica la prestigiosa revista médica The Lancet, recoge datos de 9.193 pacientes, el 54% mujeres, a quienes se les realizó un seguimiento de 4 años en 945 centros de 7 países: Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia, más el Reino Unido y Estados Unidos. Su edad oscilaba entre 55 y 80 años, con una media de 67 y su diagnóstico reflejaba una hipertensión esencial (presión sistólica 160-200 y diastólica 95-115) acompañada de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) o ‘corazón grande’ un preludio habitual de la insuficiencia cardiaca.

El 28% nunca había sido tratado, y había un 13% que también sufría diabetes, una enfermedad a la que los hipertensos son especialmente proclives y que en 20 años tendrá características de auténtica epidemia. El objetivo de la investigación, bautizada con las simbólicas siglas de LIIFE (Losartan Intervention for Endpoint Reduction in Hypertension), era comparar la eficacia de Losartan y del betabloqueante Atenolol en la reducción de la mortalidad y las complicaciones cardiovasculares asociadas a la HTA.

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