La farmacéutica Merck fue condenada ayer por un Tribunal de Texas a pagar 229 millones de dólares (unos 188 millones de euros) a una mujer por considerar que la muerte de su marido estuvo relacionada con el medicamento que tomaba contra la artritis, denominado «Vioxx». Además de esta indemnización, Merck deberá abonar otros 24 millones de dólares a Carol Ernst por la «angustia y la pérdida de compañía» que le ha provocado la muerte de su marido, del que se responsabiliza a la farmacéutica. La empresa, que había ofrecido el pago de una indemnización de 40 millones de dólares, recurrirá la sentencia.
El caso, que se inició en el año 2001 tras la muerte de Robert Ernst, de 59 años, por un ataque al corazón, es el primero que se planteó judicialmente contra la compañía farmacéutica, que ahora se enfrenta a miles de demandas similares.
«Vioxx», un antiinflamatorio recetado contra la artritis, llegó a ser el medicamento estrella de Merck. En septiembre de 2004 anunció su retirada tras vincularlo con un aumento del riesgo de sufrir ataques cardiacos o derrames cerebrales.
En España, más de 700 personas sufrieron un infarto de miocardio como consecuencia del uso de «Vioxx», según un estudio de la Fundación Instituto Catalán de Farmacología. El informe cifra entre 70.000 y 100.000 el número de pacientes que fueron tratados en nuestro país con este medicamento.