¿El agua del grifo dejará de tener flúor?

En España, solo cuatro comunidades autónomas añaden flúor al agua del grifo y, en el caso de Euskadi, se está considerando dejar de hacerlo. Te explicamos por qué
Por EROSKI Consumer 7 de noviembre de 2021
agua de grifo con flúor

El agua del grifo, además de ser el recurso más barato y sostenible para calmar la sed, constituye una herramienta práctica para proteger la salud pública. Un ejemplo de ello es la fluoración del agua para consumo humano, que ha resultado la medida más eficaz para protegernos de manera colectiva de la caries dental. Añadir pequeñas cantidades de flúor al agua corriente ha contribuido a prevenir la caries en nuestro país y en otros países del entorno, aunque la medida está cayendo en desuso y es probable que desaparezca. En este artículo te explicamos por qué.

¿Qué es el flúor y para qué sirve?

El flúor es un elemento químico de probada eficacia en la prevención de la caries dental, ya que fortalece el esmalte de los dientes y ayuda a remineralizar las piezas. De ahí que sea el ingrediente estrella de los dentífricos en la actualidad. Sin embargo, también podemos encontrarlo de manera natural en casi todas las fuentes de agua, aunque, eso sí, en una proporción mucho más pequeña.

Por esta razón, diversos países optaron hace años por añadirlo a las reservas públicas de agua y elevar los niveles de flúor con el fin de favorecer la salud bucal del conjunto de la población. En Estados Unidos, por ejemplo, esta medida se implantó hace siete décadas y consiguió reducir a un tercio la incidencia de caries infantil. La fluoración del agua se considera uno de los grandes hitos del siglo XX en materia de salud pública.

¿En qué países se añade flúor al agua?

Añadir flúor al agua de grifo no es una medida universal. Hay países de nuestro entorno donde sí se ha implantado, países donde se hizo y se ha dejado de hacer, y países donde no se ha llegado a implantar jamás, ya sea porque el agua contiene niveles óptimos de flúor de manera natural o porque se escogieron otras estrategias (como fluorar la leche, la sal o la pasta de dientes). Es el caso de Dinamarca, Bélgica, Luxemburgo, Noruega, Austria, Francia, Italia y Grecia.

Hoy en día, se añade flúor al agua de bebida en Reino Unido, en Irlanda, en un pequeño porcentaje de poblaciones de Polonia y Serbia y en cuatro comunidades autónomas de España: Murcia, Andalucía, Extremadura y Euskadi.

El resto de las comunidades de nuestro país, que en su día implantaron esta medida, han dejado de fluorar el agua en los últimos años. También han revocado esta medida otros países como Suecia, Finlandia, Países Bajos, Escocia, Irlanda del Norte, Alemania, Suiza, Hungría y República Checa.

España sigue la tendencia de dejar de añadir flúor al agua. En Euskadi, por ejemplo, se está sopesando eliminar esta práctica, pese a que lleva haciéndose desde hace más de 30 años con muy buenos resultados. ¿Por qué se está optando por esto? ¿Acaso el agua con flúor es perjudicial?

¿Por qué se dejará de poner flúor al agua?

¿Es malo para la salud beber agua fluorada? «En los niveles utilizados para la fluoración del agua en Euskadi (0,9 mg/l) no se ha demostrado que pueda haber problemas de toxicidad ni efectos adversos en la salud de las personas. Por el contrario, sí han sido demostrados los beneficios que aporta en la prevención de la caries dental», señalan desde Elika, la Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria.

De hecho, la Asociación Dental Americana (ADA) destaca al menos cuatro beneficios del agua fluorada:

  • Previene la caries dental, una de las enfermedades más comunes de la infancia.
  • Protege de las caries a personas de todas las edades.
  • Es segura y eficaz.
  • Ahorra dinero, sobre todo, si se compara con el coste de tratar las enfermedades dentales.

Entonces… ¿por qué se está pensando dejar de hacerlo? La razón es, en cierto modo, su éxito, sumado a las mejoras en los hábitos de higiene y cuidado dental. Según los expertos de Elika, las caries en la población infantil de Euskadi son hoy mucho menos frecuentes que hace tres décadas, gracias a que ha mejorado la higiene bucodental y a que existen programas odontológicos públicos, universales y gratuitos. «La fluoración del agua también ha contribuido a la situación epidemiológica actual —explican—, pero los beneficios de mantener esta medida no son tan evidentes en la actualidad, por lo que se está barajando su retirada».

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