Entrevista

Ángel Martínez Sanmartín, Director de la OTRI del Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación

«Con su nueva legislación, EEUU controlará por completo la cadena de producción de los alimentos importados»
Por Rafael Méndez 2 de octubre de 2003
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A finales de año, la anunciada Ley contra Bioterrorismo aprobada en Estados unidos entrará previsiblemente en vigor. La norma, que ha sufrido varias e importantes modificaciones desde su primer borrador, publicado hace casi 18 meses, puede obligar a cambios estructurales importantes en las empresas exportadoras. El más significativo es el que afecta a la cadena de producción, respecto a la cual EEUU quiere conocer todo.

A partir del próximo 12 de diciembre, todos los alimentos que se exporten a Estados Unidos deberán incorporar un nuevo registro. Es la consecuencia de la Ley contra el Bioterrorismo, la norma que trae de cabeza a todas las empresas que exportan al otro lado del Atlántico. Aunque quedan detalles por conocer, es previsible que las empresas españolas deban acreditar nuevos sistemas de control, algunos de ellos similares a los ya están implantados en España. Ángel Martínez Sanmartín, director de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) del Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación (Murcia) y buen conocedor de la nueva ley, asegura que conocer la norma puede ahorrar mucho dinero a las empresas.

¿Qué se pretende con la Ley contra el Bioterrorismo de Estados Unidos?

El objetivo es controlar todo lo que Estados Unidos importa. Las autoridades se dieron cuenta con los ataques de ántrax después del 11 de septiembre lo fácil que era sembrar el caos y el pánico con agentes biológicos. Y una de las posibles vías son las importaciones de alimentos. Si bien no podrán controlar ni analizar todo, se pretende tener la posibilidad de localizar cada lote que ha entrado en el país, su fabricante, el distribuidor, quién lo ha manipulado…Ayudará a la FDA [Food and Drug Administration] a determinar la localización y la causa de las posibles amenazas y le permitirá notificar rápidamente a las instalaciones que pudieran verse afectadas.

¿Qué cambia la ley? ¿Cómo afecta a una empresa española que exporte allí?

La idea básica es aumentar el control de todos los alimentos procesados que se importen. Cuando entre en vigor la ley, cada empresa tendrá que notificar a la FDA los lotes que va a enviar y tendrá que rellenar unos formularios, previsiblemente con documentación muy extensa sobre todas las actividades de la empresa. Esto podría obligar a invertir en medidas de seguridad. Por ejemplo, en vigilancia, alarmas, videocámaras…

¿Afecta a todos los alimentos?

Con ciertas excepciones, las nuevas normativas se aplicarán a todas las instalaciones para todos los productos de alimentación humana y animal, incluidos los suplementos de la dieta, las leches maternizadas, las bebidas (incluidas las alcohólicas) y los aditivos alimentarios. La norma no afecta a cárnicos, aves y huevos, porque dependen del departamento de Agricultura, no de la FDA.

¿Cómo estaba hasta ahora?

“Los distribuidores de EEUU empiezan a preguntar a las empresas españolas si controlan a sus trabajadores y si tienen guardias por la noche”

Ahora mismo cualquier empresa que exporte a Estados Unidos tiene un registro con los datos de la empresa y tiene que detallar el proceso de tratamiento térmico que han seguido sus productos. Es un control sanitario. Es decir, haciendo un símil con las personas: hasta ahora se puede viajar con pasaporte, pero con la nueva ley hará falta un visado cada vez que alguien viaje a Estados Unidos.

¿Qué documentación van a tener que enviar las empresas?

Pues eso no lo sabremos hasta mediados de octubre, cuando la FDA haga públicos los formularios de entrada.

¿Pero se tiene alguna idea de lo que pueden solicitar?

Ya hay empresas que trabajan con nosotros y que han tenido que rellenar formularios parecidos. Hace poco una importadora de alimentos comenzó a pedir documentación sobre si la empresa controlaba a todos sus trabajadores, si tenían guardias e iluminación por la noche y textualmente si «tenía controlados todos los accesos de la fábrica por tierra, mar y aire». Todavía no lo sabemos, pero los formularios pueden pedir algo similar a un sistema de trazabilidad para identificar cómo se han fabricado todos y cada uno de los lotes, qué trabajadores estaban esos días, a partir de qué materias primas se realizaron. La idea es poder retroceder toda la cadena de fabricación. Pero en realidad a fecha de hoy no se dispone de información más precisa. Pueden preguntar hasta cuántos trabajadores extranjeros trabajan en una empresa o incluso su nacionalidad.

¿En España se puede cumplir?

Nosotros trabajamos en Murcia principalmente [el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación agrupa a 200 empresas agroalimentarias], con empresas que tienen muchos trabajadores inmigrantes. Así que si piden un control muy estricto las empresas que quieran cumplir con los requisitos deberán cambiar radicalmente su política de contratación. La gran tradición exportadora de Murcia nos hace estar tranquilos, damos por seguro que nuestras empresas se adaptarán a la nueva norma. Pero el que no lo cumpla tiene que saber que, una vez que sus productos sean interceptados en la aduana, muy difícilmente volverá a exportar a Estados Unidos.

¿Y las empresas españolas que exportan conocen esta normativa? ¿Están preparadas?

“La nueva norma obligará de facto a implementar un sistema de trazabilidad de la producción”

Muchas sí, pero hay mucho trabajo por hacer. Se puede dar la paradoja de que la norma de Estados Unidos obligue de facto a implementar un sistema de trazabilidad que no es obligatorio en España. A Estados Unidos exportan muchas grandes empresas, pero también pequeñas. Estamos intentando informar a todas para que no les pille de sorpresa. Conocer esta Ley antes de su entrada en vigor y estar preparados para hacerle frente evitará detenciones de productos y problemas que casi siempre conllevan un alto coste económico, además de la pérdida de imagen de los productos españoles.

¿Qué ocurrirá si alguien envía una mercancía sin cumplir esta norma?

Si una instalación extranjera no se registra e intenta exportar alimentos a los Estados Unidos, la Ley contra el Bioterrorismo exige que los alimentos sean retenidos en el puerto de entrada a menos que la FDA decida transportarlos a un lugar seguro. La FDA propone que, cuando haya que transportar los alimentos, las partes interesadas (es decir, el propietario, comprador, importador o exportador de los alimentos) deberán organizar el transporte e informar inmediatamente a la FDA de su localización

¿No es una forma encubierta de proteccionismo, de poner simplemente trabas a las importaciones?

Mi opinión es que no, que realmente creen que la seguridad alimentaria es fundamental. En la FDA están convencidos de que hay que mejorar el control, y cuando los Estados Unidos deciden hacer algo, se coordinan todas las agencias hasta conseguirlo.

¿Por qué ese interés por la seguridad alimentaria? ¿Es sólo por el bioterrorismo?

Prevenir el bioterrorismo es importante, pero la FDA cada vez da más importancia a la seguridad alimentaria para mejorar la salud de la población. Ése es uno de los tres pilares básicos de la nueva estrategia de EE UU.

¿Cuáles son los otros dos?

Consumidores mejor informados, para lo que van a ampliar la información incluida en el etiquetado de los productos (por ejemplo van a obligar a detallar la cantidad de ácidos grasos trans) y la realización de estudios científicos sobre la alimentación y su relación con la salud.

Usted tiene tratos con los responsables de la FDA, ¿qué dicen ellos sobre esta norma?

“Conocer la nueva ley antes de su entrada en vigor evitará detenciones de productos y evitar pérdidas económicas”

Tuvimos una reunión en la sede de la FDA hace un año en la que nos adelantaron los principios básicos de la reforma. Ahora dicen que están hasta arriba de trabajo. Nosotros queríamos que viniera a España Leslye Fraser, directora asociada para regulaciones de la FDA, a dar una charla y nos dijo que imposible, que ni ella ni nadie. Hay que tener en cuenta que la norma afecta a más de 202.000 instalaciones de Estados Unidos y 205.000 extranjeras. Al final hemos organizado un seminario en Murcia el 17 de noviembre con Robert Hahn, un abogado estadounidense que asesora compañías y asociaciones empresariales agroalimentarias en temas relacionados con las leyes y regulaciones de la FDA. Hahn trabaja para el bufete Olsson, Frank & Weeda P.C y ha sido director de Asuntos Legales en el grupo Public Voice for Food and Health Policy (ahora unido al Consumer Federation of America). El seminario lo hemos orientado a fabricantes de alimentos, exportadores, brokers, personal de calidad, responsables de producción…

¿Y podrán con el papeleo? ¿No puede ser un caos?

Puede ser, pero no creo. Han metido personal adicional para aumentar las inspecciones. Además, las empresas podrán registrarse a través de Internet, o por escrito a través del correo ordinario. La FDA recomienda la vía electrónica por ser más rápida y cómoda. El sistema que está diseñando la agencia podrá aceptar los registros electrónicos desde cualquier parte del mundo 24 horas al día y siete días a la semana. Las instalaciones registradas recibirán confirmación de su registro electrónico y su número de registro de forma instantánea una vez completados todos los campos obligatorios de la pantalla de registro. Si se hace por correo puede tardar desde varias semanas hasta varios meses, dependiendo de la velocidad del sistema de correos y del número de registros en papel que la FDA tenga que introducir manualmente.

Y si temen que un envío pueda suponer una amenaza bioterrorista, ¿qué van a hacer?

La normativa autoriza a la FDA a retener administrativamente alimentos si la agencia tiene pruebas o información creíble de que representan una amenaza para la salud. Además, autoriza a la FDA a excluir (a prohibir que importe alimentos) a aquellas personas que hayan sido encontradas culpables de un delito relacionado con la importación de estos alimentos.

¿España hace algo ni que sea remotamente similar con los alimentos que importa?

Sanidad Exterior realiza controles de las mercancías que entran en nuestro mercado. Es cierto que las amenazas a España son menores. De todas formas Estados Unidos es libre de imponer controles a quien quiera venderles. Y como es un mercado muy apetecible mucha gente quiere venderles.

UN CENTRO DE REFERENCIA

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El Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación (CTC) es un centro sin ánimo de lucro que agrupa a 200 empresas pero que presta servicios a más de 500 que está reconocido como Centro de Innovación y Tecnología por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Entre sus funciones destacan la prestación de asesoramiento técnico, tecnológico, analítico y normativo así como promover la innovación en el sector agroalimentario.

«En nuestros laboratorios contamos con más de 50 técnicas analíticas acreditadas en ENAC», explica Ángel Martínez Sanmartín, director de la OTRI del CTC, que cuenta con unos 50 trabajadores.

Entre las investigaciones, Martínez Sanmartín destaca «las pruebas realizadas en la Planta Piloto sobre envasado aséptico y otras nuevas tecnologías de procesos que están teniendo un gran impacto en el sector».

Además, desde hace cuatro años organiza anualmente el curso de Better Control Process Control School. «Es un curso que imparte personal de la Washington State University y supervisado por un inspector de la FDA. Probablemente este año lo realizaremos en Londres», avanza.

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