Qué cambios ambientales y de consumo pueden afectar a la seguridad alimentaria

Los nuevos modelos productivos y los cambios en los hábitos de consumo para cuidar el medio ambiente favorecen la sostenibilidad, pero presentan grandes desafíos emergentes para la seguridad alimentaria
Por EROSKI Consumer 14 de junio de 2023
sostenibilidad vs seguridad alimentaria
Imagen: iStock
El cambio climático, con todos sus fenómenos asociados, tiene un impacto notable en la alimentación. Las inundaciones, las sequías y las temperaturas extremas (tanto de frío como de calor) perjudican cultivos y cosechas, deterioran la biodiversidad, favorecen la proliferación de ciertos microorganismos y dificultan la crianza de animales para el consumo humano. La paradoja es que algunas iniciativas para reducir este impacto también pueden favorecer la aparición de nuevos riesgos de seguridad alimentaria. Te lo contamos.

Hace unas pocas semanas, el centro tecnológico AINIA celebró el I Encuentro Anual de Calidad y Seguridad Alimentarias, un evento que reunió a varios expertos en la materia para conversar y debatir sobre cuáles van a ser los principales retos en este campo en los próximos años.

Riesgos en seguridad alimentaria que irán a más

Los siguientes son, entre otros, algunos de los probables riesgos emergentes identificados por los especialistas:

🔹 Mayor presencia de micotoxinas en alimentos

Las micotoxinas son sustancias químicas que producen algunos géneros de hongos de manera natural. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) explica que suponen un serio riesgo para nuestra salud, hay cientos de especies de mohos capaces de producirlas y pueden crecer sobre los alimentos cuando se dan ciertas condiciones de temperatura y humedad. Un ambiente húmedo y una temperatura de entre 24 ºC y 28 ºC favorece el desarrollo de estos compuestos.

🔹 Aumento de patógenos que hayan desarrollado resistencias antimicrobianas

La resistencia antimicrobiana es, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), un problema de salud pública y se incluye en la lista de «problemas sanitarios urgentes de dimensión mundial». Según detalla la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Helicobacter pylori, Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae y Salmonella spp son algunos de los microorganismos que en los últimos tiempos demuestran mayores niveles de resistencia a los antibióticos y que ponen en riesgo la salud de la población.

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Imagen: iStock

🔹 Presencia de microplásticos en alimentos

Los microplásticos son un problema de alcance mundial y están presentes en muchos alimentos que consumimos; en especial, en los de origen marino. Los peces, los crustáceos y los moluscos son los animales donde encontramos las concentraciones más altas de microplásticos.

🔹 Presencia de alérgenos no declarados en alimentos

Los ingredientes o sustancias que provocan reacciones alérgicas deben estar declarados. Sin embargo, no todos los fabricantes cumplen con este requerimiento. También pueden producirse contaminaciones cruzadas dentro de la producción, manipulación o envasado que incluyen alérgenos. En estos casos, el producto debe retirarse del mercado para evitar riesgos a los consumidores.

La página web de la AESAN ofrece información actualizada sobre las alertas alimentarias ocasionadas por la presencia de alérgenos y otras sustancias no declaradas. Se puede consultar aquí.

🔹 Problemas ocasionados por los nuevos hábitos de consumo

Además de todos estos problemas, los expertos señalan otros dos riesgos que están directamente relacionados con los cambios en los modelos productivos y los hábitos de consumo:

  • Las intoxicaciones derivadas de la posible flexibilización legislativa que permita la modificación de fechas de vida útil o consumo preferente, con el fin de minimizar el desperdicio alimentario.
  • Los efectos adversos de la introducción de proteínas alternativas como presencia de alérgenos, contaminantes como metales o residuos como plaguicidas.

Como explican desde AINIA, hoy en día es prioritario adoptar nuevas prácticas de economía circular que permitan un rendimiento máximo del sistema alimentario global. Sin embargo, estas prácticas conllevan la aparición de nuevos riesgos «bien por constituir una novedad en sí o por tratarse de prácticas conocidas que se extiendan o generalicen». El informe ‘Vulnerabilidades de la seguridad de los alimentos y los piensos en la economía circular‘, publicado en 2022 por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), profundiza en estos aspectos.

Por otro lado, el cambio en los hábitos de consumo también puede incidir en la seguridad alimentaria, «ya sea por aumentar la exposición a un determinado tipo de alimentos como por introducir en la dieta nuevos alimentos», señalan los expertos. Un ejemplo de esto, indican, es la incorporación en la dieta de proteínas alternativas ya sean de origen vegetal (análogos cárnicos plant-based), de insectos o de origen sintético, como en el caso de la llamada «carne artificial«.

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