La Organización de Protección de los Consumidores alemana “Foodwatch” ha advertido que el escándalo nitrofeno, contaminación de piensos y trigo ecológicos, podría tener mucho más alcance que el esperado en un primer momento.
Según la organización citada, a las mil toneladas contaminadas durante su almacenamiento en la empresa Fugema (Malching en Mecklemburgo-Antepomerania) se tendrían que sumar unas 2.000 toneladas de cebada almacenadas entre finales de 1999 y principios de 2000 en la ciudad alemana de Altentreptow.
Thilo Bobe, fundador de Foodwatch, asegura que hasta mediados de 2000 podrían haber pasada por la segunda instalación otras 10.000 toneladas. Esto ha provocado duras críticas a los responsables de la administración del Estado federado y comarcal, que tenían, al parecer, «informaciones y conocimientos sobre el peligro y no hicieron nada».
El objetivo de Foodwatch, fundada tras la crisis de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), es denunciar a los responsables de la Cooperativa del Norte Raiffeisen y contra la empresa Semillas y Plantas del Norte de Alemania. Con esto pretenden convertirse en los «abogados de los consumidores».
