Investigan el virus mosaico de la alfalfa para evitar daños en las cosechas

El virus provoca una disminución del rendimiento y calidad de este vegetal, utilizado para elaborar piensos
Por EROSKI Consumer 27 de julio de 2010

El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA), dependiente del Gobierno de Aragón, investiga desde el año 2005 el virus mosaico de la alfalfa, una enfermedad muy frecuente en el campo español. Nuestro país es el segundo productor de este vegetal, utilizado para la producción de piensos en la Unión Europea (UE).

Este virus puede causar en los cultivos de alfalfa una disminución del rendimiento y calidad del forraje, «con el consiguiente coste económico para los productores», explicó en un comunicado el Ejecutivo aragonés, que desarrolla las actividades del CITA en colaboración con la Universidad de Zaragoza.

El grupo de virología de la Unidad de Sanidad Vegetal del CITA tiene entre sus objetivos conocer la incidencia y distribución del virus en las zonas productoras de alfalfa españolas y su capacidad de dispersión a otros cultivos, principalmente hortalizas. Se plantea además evaluar los efectos negativos del mosaico y analizar las características genéticas de las poblaciones de este virus, presentes tanto en los cultivos como en las «malas hierbas» que crecen junto a ellos.

El estudio es pionero en España, ya que si bien el virus se conoce y está caracterizado en profundidad, hasta ahora apenas existían datos de su importancia real y de su distribución en los campos españoles. Para llevar a cabo su estudio, los técnicos del CITA han realizado prospecciones en las provincias de Zaragoza y Huesca que les han permitido constatar que el virus es «muy frecuente» en el campo aragonés, «sobre todo en parcelas de cierta edad».

La enfermedad es capaz de transmitirse a través de la semilla de la alfalfa, «de forma que ya está presente desde el inicio del cultivo, al realizarse la siembra», detallaron los investigadores. El virus también se dispersa de planta a planta por medio de varias especies de pulgones, lo que convierte a esta enfermedad en un «riesgo» para otros cultivos. Los científicos estudian la caracterización biológica y genética de distintas cepas del virus en diferentes cultivos, «para rastrear la pista de dichas cepas y así obtener información sobre sus relaciones de parentesco, agresividad y forma de distribución en el campo».

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube