Se calcula que en la presente cosecha se obtengan unas 750.000 toneladas de cítricos en la Comunidad Valenciana mediante el uso de técnicas de Producción Integrada. Esta cifra representa un 54% más de lo recolectado en 2008 con la aplicación de este sistema. En la producción de la vid, este modelo ha experimentado un crecimiento del 8,8% respecto al año anterior. Este procedimiento también se ha aplicado a los cultivos de olivar y arroz, y se prevé hacerlo próximamente en los de tomate, pimiento, coliflor y níspero. Para incentivar su implantación, la Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana otorga subvenciones que oscilan entre los 159,8 euros por hectárea de uva destinada a la vinificación, a los 345,56 para los cultivos de cítricos.
El modelo de Producción Integrada se caracteriza por obtener productos agrícolas de calidad y saludables para el consumidor. Para ello se utilizan prácticas de cultivo respetuosas con el medio ambiente, que además, tienen en cuenta las exigencias de la sociedad y la rentabilidad de las explotaciones agrarias.
La característica más importante de la Producción Integrada es el método que aplica para el control de plagas y enfermedades. Este modelo se basa en la reducción del uso de fitosanitarios y apuesta por técnicas de control biológicas, genéticas y culturales, de manera que los procedimientos químicos se reservan para situaciones de extrema necesidad. Esta forma de combatir las plagas, a diferencia de la lucha con fitosanitarios, no tiene como objetivo su destrucción total, sino mantenerlas en unos niveles que permitan al agricultor obtener una cosecha rentable.
Se trata, en definitiva, de un modelo que apuesta por la obtención de productos primarios mediante la aplicación de una agricultura razonada, que utilice métodos respetuosos con el medio ambiente, y que garantice la seguridad alimentaria y la rentabilidad de las explotaciones.
