La UE financia un proyecto para conservar y estudiar el azafrán y especias afines

Se cree que la reducción de la superficie cultivada en Europa podría haber provocado una pérdida de variedad genética
Por EROSKI Consumer 10 de julio de 2009

A lo largo de las últimas décadas se ha producido una disminución drástica del cultivo del azafrán en los países europeos, llegando incluso a desaparecer en Alemania o Gran Bretaña. Esa «drástica reducción» de la superficie cultivada en Europa puede haber conducido a una fuerte erosión genética, indican los expertos.

Para revertir esta situación, un equipo multidisciplinar de investigadores de España, Grecia, Francia, Italia, Hungría, Reino Unido, Turquía, Azerbayán y Egipto está trabajando en un proyecto financiado por la Unión Europea (UE) para la conservación de germoplasma de «Crocus sativus», la flor de la que se extrae el azafrán, y especias silvestres relacionadas. Entre los socios del proyecto «Crocusbank» (Genetic Resources of Saffron and Allies) se encuentran la Universidad de Castilla-La Mancha, que coordina los trabajos, y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).

«El azafrán es un cultivo antiguo que forma parte del legado agrícola europeo. Su cultivo actual en Europa es muy reducido, pero se ajusta perfectamente a las prioridades de la Política Agrícola Europea por sus escasas necesidades hídricas y bajo impacto ambiental. Se trata además de un cultivo de alto valor añadido, muy ligado a tradiciones locales que favorece el mantenimiento de las comunidades en el medio rural. El proyecto Crocusbank garantiza la conservación y estudio de los recursos genéticos a escala mundial», señala Rosa V. Molina, coordinadora del equipo de trabajo de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), encargado de elaborar una línea de descriptores para la caracterización del género «Crocus».

Además del trabajo desarrollado desde los laboratorios de la UPV, el proyecto se ha articulado en torno a otras seis fases de actuación, entre ellas la recolección de cormos de azafrán en zonas de cultivo comercial y en zonas relícticas; la recolección de semillas y cormos de otras especies de «Crocus» en poblaciones silvestres, jardines botánicos y viveros; y la multiplicación, conservación y manejo del material vegetal recolectado. La fase central del proyecto consiste en un pormenorizado trabajo de caracterización y evaluación del material recolectado desde el punto de vista morfológico, fenológico, agronómico, bioquímico, molecular y citológico.

Resultados

Hasta la fecha se han colectado más de 180 accesiones diferentes de azafrán y, aproximadamente, 219 accesiones de especias silvestres. Asimismo, se ha definido una lista preliminar de descriptores que no existía en este género y se han caracterizado más de 50 accesiones de azafrán y más de 30 de especies silvestres para caracteres morfológicos, fenológicos y agronómicos. «Tiene gran interés la existencia de diferencias entre accesiones que podrían ser de origen genético. Asimismo, podrían existir diferencias bioquímicas entre azafranes de distinto origen geográfico», explica Molina.

El azafrán es una planta de floración otoñal, apreciada por sus largos estigmas de color rojo que con el tostado adquieren sabor amargo y desarrollan un aroma intenso. Se utiliza para dar color, aromatizar y dar sabor a los alimentos. También hay una larga tradición del uso del azafrán como medicina en muchas culturas. En los últimos años, el conocimiento del uso tradicional del azafrán ha atraído el interés de los científicos hacia esta especia buscando su uso medicinal.

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