Cultivos sin tierra

La hidroponía o aeroponía son sistemas de cultivo de plantas sin suelo que reducen las limitaciones del crecimiento vegetal relacionadas con la tierra
Por Marta Chavarrías 14 de noviembre de 2013
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Imagen: Kanu Hawaii

El cultivo de plantas sin suelo, como las hortalizas, consiste en no utilizar la tierra como sustrato. La hidroponía o aeroponía son sistemas de cultivo de plantas alternativos cuyo objetivo es eliminar o reducir las limitaciones del crecimiento vegetal que están relacionados con el suelo. Una de las particularidades es que las raíces de las plantas están suspendidas en un medio inerte. Algunas ventajas de estos sistemas es la ausencia de malezas y otras plagas que pueden transmitirse a través del suelo, no tienen residuos de pesticidas, se hace un uso más sostenible del agua y aumenta el control de los nutrientes y el oxígeno. El éxito de estos sistemas reside en mantener unas óptimas cualidades físicas y químicas del sustrato. El artículo detalla en qué consiste la hidroponía y la aeroponía.

Hidroponía o cultivos en agua

El cultivo hidropónico (hydro, agua; pono, trabajo) consiste en conseguir el crecimiento de plantas hortícolas en un medio que no requiere suelo, sino aportes de minerales a partir de agua de riego. Una de las particularidades de este tipo de cultivo es que se ahorra en fertilizantes. En la mayoría de los casos, los sistemas hidropónicos, sobre todo en zonas templadas, se localizan en estructuras cerradas, como invernaderos, que les proporcionan un mayor control de la temperatura, una reducción de la pérdida de agua por evaporación y un menor riesgo de enfermedades y plagas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En cultivos hidropónicos los sustratos pueden ser sólidos orgánicos, es decir, biodegradables como el carbón vegetal, o sólidos inorgánicos, que requieren unas pautas de manipulación un poco más laboriosas (arcilla, perlita, arena o turba), que son los que suministran una importante parte de los nutrientes a las plantas. En otros casos, se habla de raíz flotante que, como el nombre indica, no usa ningún sustrato sólido, sino que las raíces crecen y se sumergen en una solución nutritiva. Uno de los aspectos más importantes en este tipo de cultivo es el agua de riego. Debe controlarse la presencia de nitratos, sales que pueden afectar la cantidad y calidad del producto. Además, es importante que el aporte de agua sea el adecuado.

Aeroponía o cultivos en el aire

Algunos expertos sugieren que con los cultivos aeropónicos se reducen las posibilidades de propagación de enfermedades

Los cultivos aeropónicos (aero, aire; ponos, trabajo), que algunos consideran como una evolución de los hidropónicos, pueden cultivarse durante todo el año, sin interrupción, y con menos riesgos de contaminación del suelo, a causa de pesticidas. Algunos expertos afirman que se reducen en gran medida las posibilidades de propagación de enfermedades de las plantas ya que la infección se encuentra sobre todo en el suelo y otros medios de cultivos. Las raíces de las plantas, por tanto, no tienen prácticamente sustrato sino que pasan la mayor parte del tiempo expuestas al aire.

Investigaciones realizadas por expertos de la NASA concluyeron en sus primeras fases de investigación, en la década de 1990, que este tipo de cultivo reduce el consumo de agua en un 98%, el uso de fertilizantes en un 60% y de pesticidas en un 100%, sin que ello suponga un menor rendimiento. Al contrario, las plantas cultivadas con sistemas aeropónicos absorben minerales y vitaminas, de ahí que las plantas sean saludables y nutritivas. Franco Massantini, de la Universidad de Pia (Italia), fue el primero en desarrollar el sistema aeropónico a partir de columnas de cultivo con cilindros de PVC colocadas en forma vertical con pequeños agujeros en los laterales, por donde se introducen las plantas.

A diferencia de la hidroponía, este sistema aporta una importante aireación a las raíces. Sin embargo, también se enfrenta a algunos inconvenientes, como el coste elevado de las instalaciones o la necesidad de contar con mecanismos de apoyo a medida que la planta crece ya que no existe un mecanismo de sujeción como el suelo que lo permita.

PLANTAS EN EL ESPACIO

En la década de 1990 empezaron los experimentos de crecimiento de plantas en el espacio, bajo condiciones de microgravedad. Para ello, los estudios a bordo de la Estación Espacial Internacional han tenido en cuenta principios de aeroponía, es decir, plantas que crecen en un ambiente con aire. Los primeros resultados fueron alentadores, ya que se consiguieron plantas robustas, menos expuestas a las infecciones fúngicas. Este sistema de cultivo en suspensión también tiene la ventaja de que las plantas no se marchitan mientras se forman sus raíces.

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